En Estados Unidos hay, aproximadamente, unas 1.000 personas que tienen un tanque. En serio. Un tanque. Lo puedes aparcar en el jardín, meterlo en el garaje, sacarlo a pasear el 4 de julio…
Es un capricho caro. Uno ‘bueno’ puede costar 400.000 dólares. Las piezas son difíciles de encontrar, muy caras y requiere mantenmiento. Un set de ‘ruedas’ cuesta unos 6.000 dólares. Y un Chieftain, por ejemplo, necesita 200 galones de gasolina para 250 millas.
Pero lo mejor es que aunque por norma general no puedes conducir un tanque por la carretera… ¡no hay ninguna razón para que no tenga totalmente operativo su sistema de armamento!
«A tank in the U.S. can have operational guns, if the owner has a federal Destructive Device permit, and state laws don’t prohibit it. The permit costs $200, and the applicant must swear he hasn’t been a «fugitive from justice,» «adjudicated mentally defective» or convicted of «a misdemeanor crime of domestic violence.» A local law-enforcement official, usually a sheriff or police chief, has to sign off on the application».
Auténtica genialidad. El vídeo con el tipo disparando ráfagas simuladas no tiene desperdicio.