El fenómeno de sacar dinero de los cajeros es bastante reciente. John Shepherd-Barron, irritado por no disponer de su dinero tras llegar un minuto tarde al banco, ideó el invento hace cinco décadas. «Pensé en una máquina como las que venden chocolates pero que tuviera dinero».

Bernardo Batiz-Lazo, profesor de Historia de las Finanzas, explica en un artículo de Bloomberg la historia de los cajeros y su impacto en el negocio bancario. Desde la época en la que se introducía una ficha para retirar fondos y el banco la devolvía por correo, hasta la banca móvil. El tema de los cajeros ha reabierto un interesante debate en los últimos años.

¿Roban puestos de trabajo esas máquinas, como sugirió Barack Obama en 2011? Enrealidad, su relación es complicada, pero los datos demuestran que ni mucho menos.

Uno de los periodistas de The Economist, en el blog Democacy in America, replicó rápido al presidente con cifras de los últimos años.

Con un estudio de 2004: «At the dawn of the self-service banking age in 1985, for example, the UnitedStates had 60,000 automated teller machines and 485,000 bank tellers. In 2002, the United States had 352,000 ATMs—and 527,000 bank tellers».

Y con algo más reciente: «the Bureau of Labour Statistics reports there were 600,500 bank tellers in 2008, and the BLS projects this number will grow to 638,000 by 2018». Y sobre todo, el presidente Obama parecía olvidar que la visión inversa de la ventana rota: los cajeros automáticos quizás hagan prescindibles algunos puestos pero los bancos no sólo han divesificado su negocio, sino que indirectamente han creado otros muchos miles de puestos para las empresas fabricanentes y reparadoras de los mismos.

Aún así, Erik Hayden se hacía en la misma época preguntas interesantes en The Atlantic Wire sobre su impacto (el tecnológico) general en la economía. Are ATMs Killing the Economy?

Tampoco es fácil definir la relación entre el número de dispositivos y los costes para los usuarios y no hay un consenso claro sobre sus efectos (PDF) o si el Estado debería regular las comisiones que cobran. Hay estudios, con la participación de Santiago Carbó, entre otros, hasta para el caso de España, con cajeros y tarjetas de crédito.

En realidad, aunque la primera máquina que estuvo realmente operativa se instaló en 1967 (1969 en Nueva York), las patentes se remontan hasta los años 20 en EEUU. En España, el primer cajero se inauguró en Toledo en 1974.

Los nuevos aparatos son más baratos y cómodos que los anteriores,  pero también bastante lentos y con problemas de seguridad.

El polémico Jeff Berwick contaba hace poco, en mitad de la crisis de Chipre, que habrá un cajero de Bitcoin, la divisa virtual de moda, en Nicosia para hacer frente a las limitaciones de efectivo y el control de capitales.

Hay famosos que tienen miedo a no tener suelto. Deshawn Stevenson, jugador de los Brooklyn Nets de la NBA, tiene un ATM en su casa, y se lo recargan cada dos o tres meses.***

* Este post es una versión ligeramente editada de la Crítica de Ideas publicada hoy domingo en Mercados, el suplemento de economía del diario El Mundo.

** El objetivo inicial de esta Crítica era hablar de los primeros intentos medievales para que las personas pudieran disponer de su dinero en «cualquier» parte del mundo (cristiano). Por motivos de espacio, mi gozo en un pozo.

*** Stevenson, en el momento en el que envió la foto a su cuenta de twitter, en junio de 2012, jugaba para los que ahora son los Brooklyn Nets. Un mes después fichó por Atlanta.

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