– La historia del día es la de Kim Hyun-hee, una joven prodigio norcoreana que por sus habilidades, y su capacidad de hablar otros idiomas, fue captada por los aparatos del estado cuando era una niña y entrenada en una escuela de superespías.Ella fue una de las que puso una bomba en un avión en 1987 matando a 115 personas. Acorralada en Bahrain, intentó suicidarse, pero lograron salvarla, juzgarla y encerrarla en Corea del Sur. Allí vio la realidad. Y tras unos años en prisión fue indultada y hoy vive escondida y con escoltas. My life as a North Korean super spy.
– Michael Moynihan en The Daily Beast: «How 1960s Radicals Ended up Teaching Your Kids«. Una crónica sobre cómo una serie de «radicale»s de corte «antiracista y antimperialista» o ex de los Black Panters, acusados y convictos por asesinato, ocupan plazas universitarias mientras el país se escandaliza por un entrenador de baloncesto que grita a los chicos y les insulta en los entrenamientos.
– Una buena crítica constructiva a las críticas más o menos acertadas (pero buenistas, acientíficas, demasiado cargada en las letras y llenas de wishful thinking) sobre el naufragio de las universidades españolas.
– Niall Ferguson, nacido en 1964 y adolescente frustrado cuando la Dama de Hierro llegó al poder, era entonces un «punk Tory». Hoy es un ex punk Tory eternamente agradecido a la ex premier por devolver la esperanza al país: «Margaret Thatcher: Punk Savior«.
– Russell Brand, actor y cómico, tiene también una larga pieza en The Guardian hoy sobre Thatcher titulada. «I always felt sorry for her children‘». No es un texto favorable, pero tampoco una crítica furibunda. Al menos en apariencia. Lo que subyace es algo así como una sensación de desasosiego por ella y su época que el propio autor no es capaz de entender ni explicar. Y que sin embargo, logra transmitir. Vía Rodrigo Orihuela.