Tengo miedo a morir. Lo veo como algo lejano, muy lejano, pero tengo miedo. No es algo que me atormente, que me bloquee. No es algo siquiera que me pase por la cabeza muy a menudo. Pero me asusta.

Sé que llegará, y por estadística sospecho que por algún tipo de enfermedad desagradable. No puedo evitarlo. Pero espero que cuando me toque pueda afrontarlo con serenidad, con la fuerza y la elegancia de Oliver Sacks.

Descubrí a Sacks cuando Jaime me regaló El hombre que confundió a su mujer con un sombrero. Me encantó. Y después descubrí que Despertares, maravillosa, también era suya. Leí con devoción Un antropólogo en Marte y La isla de los ciegos.

Aprendí y me asusté con The Mind’s Eye y con Hallucinations. Y con todo lo que este neurólogo escribe en The New York Times y The New York Review of Books. He repasado mi TL de Twitter de los últimos años y he encontrado por ejemplo The Mental Life of Plants and Worms, Among OthersThe Joy of Old Age. (No Kidding).

Está el prólogo en españolEbrio de enfermedad, el libro sobre el cáncer de A. Broyard. O Speak, Memory, sobre plagio y criptonesia. Están sus textos sobre su relación con las drogas o las neurovisiones. O sus problemas para distinguir caras en Face-Blind.

Oliver Sacks tiene cáncer. Está extendido y va a morir pronto. Lo sabe, le duele, y le asusta. Pero no le abruma. Ha vivido bien. Lo escribe y describe hoy: My Own Life. Un título tomado de la autobiografía de emergencia que escribió uno de sus ídolos, David Hume, cuando supo que estaba enfermo.

«I cannot pretend I am without fear. But my predominant feeling is one of gratitude. I have loved and been loved; I have been given much and I have given something in return; I have read and traveled and thought and written. I have had an intercourse with the world, the special intercourse of writers and readers. Above all, I have been a sentient being, a thinking animal, on this beautiful planet, and that in itself has been an enormous privilege and adventure».

Espero que me quede mucho. Soy feliz, extremadamente feliz. Me encanta vivir y disfruto cada día de este enorme privilegio y esta aventura. «I am a man of vehement disposition, with violent enthusiasms, and extreme immoderation in all my passions».

Espero que me quede mucho de vida. Pero cuando llegue la hora de morir, espero también tener esa serenidad y no arrepentirme de haber hecho el mal o de no haber sido lo suficientemente vehemente en mis pasiones y extremadamente falto de moderación en mis sentimientos.

Non può comprendere la passione chi non l’ha provata.

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