Hoy escribo mi columna semanal sobre el sol, parques y una revelación importante. Cuestión de Estado. Lleva su tiempo y muchos equívocos de novato, pero al final, con paciencia, uno acaba descubriendo que no es ni la lengua, ni la religión, ni la ideología: la argamasa que mantiene unida a la sociedad belga es el olor a carne recién hecha.

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Ya sabréis que cada martes sale un texto nuevo, de corte más bien costumbrista, a veces con humor. Las columnas anteriores, una a la semana en la sección Patio Global, las tenéis aquí.

05/ 06 Nainggolan. Ni Rajoy, ni Pedro Sánchez ni Puigdemont. El español que está en boca de todos los belgas es catalán, muy polémico y se ve sometido al juicio de la opinión pública cada día, pero nada tiene que ver con la política. Roberto Martínez, seleccionador nacional, dio ayer la convocatoria para el Mundial de fútbol. Y aunque la ausencia de Radja Nainggolan, centrocampista de la Roma, ya había sido anunciada, muchos no querían creérselo.

29/05 Tabúes. Crear un programa de televisión con éxito arrollador de audiencia no es frecuente, pero tampoco raro. Lograr, además, el aplauso de la crítica, es más insólito. Pero hacerlo arriesgando mucho, rompiendo corsés y mezclando sensibilidad y humor es casi un milagro. Y es lo que ha logrado el flamenco Philppe Geubel con Taboe.

22/05 Kilos de política. Para Clausewitz, la guerra era la continuación de la política por otros medios. Para Foucault la política era en realidad la guerra librada por otros medios. Para flamencos y valones, todo es política y todo es guerra, y los medios importan poco si sirven para machacar al adversario.

15-05 Dogmas y compases. Cada lunes a primera hora, puntual e infalible, llega a nuestro buzón el e-mail de la Gran Logia de España-Grande Oriente Español. Nuestro porque un buen día los corresponsales en Bruselas empezamos a recibirlo sin aviso previo. Bien pensado, no es de extrañar. La capital belga tiene una conexión antigua, profunda y a menudo también mitificada con la masonería. Y si nos ocupamos de Europa, de Puigdemont y hasta de escándalos de arbitraje en rugby, por qué no de pirámides y escuadras.

08/05 Ensueños que fracasan. En el siglo XXI se puede (sobre)vivir sin una identidad nacional definida y fuerte. Pero eso no disuelve los miedos y los complejos, no impide los debates constantes ni difumina la necesidad de pertenencia por otras vías a medio hacer. Escribió Maeterlinck, arrítmico y simbolista, que «lo que es razonable no es verdaderamente sabio; y lo que es sabio no es casi nunca razonable a los ojos de una razón demasiado fría». Releyendo su obra hoy queda claro que tratar de definir qué supone ser belga no es quizá ni sabio ni razonable, sino más bien «sueño de hombres cansados/ Aun ensueños que fracasan».

01/05  Grúas de la memoria.  Los Cigrang son los más famosos, pero ni de lejos los únicos belgas interesados en nuestras playas. En 2017, cada día, once de ellos compraron una casa en España. Casi 4.000 apartamentos y villas, sobre todo en las islas y la costa mediterránea, claro. Después de británicos, alemanes y franceses, son los más activos, algo llamativo teniendo en cuenta que son apenas 11 millones, pero lógico si uno ha intentado irse a bañar a Ostende o Knokke.

24/04 Belgian solutions.  Tuberías que bloquean puertas, escaleras a ninguna parte, carriles que se cruzan sin sentido y terminan estampándose en muros. Grúas a las que les ponen el cepo, vigas en mitad de la acera, señales de tráfico contradictorias, bicicletas encadenadas a conos sueltos. La capacidad de los belgas para las chapuzas y para improvisar remedios absurdos es infinita.

17/04 Cizallas y pistolas. El 69% de los flamencos tienen miedo en Bruselas (y sólo uno de cada cinco se siente seguro). El 44% de los valones y el 40% de los residentes en la ciudad, vengan de donde vengan, también. La (mala) fama de Molenbeek, de Anderlecht, de ciertas zonas junto a la Gare du Midi y la Gare du Nord no ayudan, ni el flagrante racismo, pero hay mucho más. Nueve de cada diez mujeres han sufrido acoso por las calles. El mes pasado, a tres personas muy cercanas les robaron el teléfono (en un bar, en un supermercado, durante un partido de fútbol). No conozco a nadie a quien no le hayan quitado una bicicleta o lo hayan intentado, y cada día al aparcarla busco en vano al que partió mi candado con una cizalla a las puertas de la Comisión Europea.

10/04 Frittes y dominatrix,  “Ni El Grito de Munch, ni la Medusa de Caravaggio ni el Saturno devorador de Goya: la cara más desencajada de la historia la tuve delante, apenas a un metro de distancia, en Bruselas. Fue a mediados de 2015, en la cafetería de la Comisión Europea, cuando una banda de irresponsables intentó pedir tres cafés. Al mismo tiempo. Dos con leche y uno solo”.

03/04 – La brújula perdida. Sobre la ruptura del contrato social y la quiebra en la confianza en las instituciones y el sistema en las últimas dos décadas. Y una razón para el optimismo

27/03 La policía de la basura.  Mi reflexión costumbrista de hoy sobre el cuerpo de élite que inspecciona bolsas y sanciona a quien recicla mal o saca los restos el día equivocado. Salvo a mis vecinos, a los que nunca pillan ensuciando mi pobre calle

20/03 El yodo de Reagan. Sabrían qué hacer en caso de accidente nuclear? Si la respuesta es no, es probable que no sean belgas. Si creen que sí, seguramente lo sean pero estén equivocados

13/03 Fútbol a capela. Sobre aficionados deportivos, identidad nacional y por qué nunca más debería escribir de deportes. “La gente va a los campos a disfrutar, a desahogarse, a relajarse, a olvidar, a odiar, pero no a buscar ni facilitar equilibrios. Por eso los cánticos belgas eran fríos, sosos, sin alma. Y por eso el animador se dejaba la vida en la megafonía”.

06/03 Pascal en Meiser. Los belgas aceptaron hace tiempo que en algo tan serio y peligroso la lógica es irrelevante (algún día hablaré de la prioridad a la derecha) y fingir coherencia, una pérdida de tiempo.

01/03 Celdas contra el frío. Algunos alcaldes belgas han ordenado a la Policía arrestar a los sin techo que no quiersn ir por las buenas a n albergue. ¿Buena idea o puro oportunismo político y una gran campaña electoral gratuita? Si dependiera de ustedes, ¿qué harían? ¿Limitarían las libertades individuales por ‘el bien’ de los ciudadanos? Esto no es exactamente una columna de Patio Global. Es una pieza que llamamos La mirada del corresponsal, mucho más larga, pero encaja perfectamente aquí.

27/02 La libertad de los monstruos. “La sociedad es civil, pero sólo de vez en cuando. Porque aceptar que hasta los monstruos, y sobre todo los monstruos, tienen derechos, no casa bien con las entrañas. Porque Bélgica no ha perdonado ni se ha perdonado aún”.

20/02 Mezuzot y vigilias. “Hay un grave problema y mirar para otro lado durante años, porque van a por otros, ya sabemos lo bien que fue en Molenbeek·.

13/02 Hablamos diamante. “Amberes es desde hace cinco siglos el centro neurálgico del comercio mundial, con más de 1.500 joyerías donde antaño los talleres de alfarería imitaban la mayólica italiana. En un barrio de solo un kilómetro, bajo la mirada de 2.500 cámaras y de expertos flamencos, judíos, libaneses, armenios, jainistas y rusos se compra y vende el 40% del diamante industrial, en torno al 85% del diamante en bruto y el 50% del pulido de todo el mundo”.

06/02 La vida de Bo. “Los flamencos tienen mala prensa. Los que escriben y hablan sobre Bélgica para el exterior viven (casi) siempre en Bruselas, leen francés y sólo salen de la capital para enseñar Brujas a las visitas o para peregrinar a las guaridas de Puigdemont”.

30/01 Europa no existe.  “Una mayor renta, unos impuestos y salarios más altos, una productividad disparada no llevan de la mano el bienestar, la eficiencia y las soluciones con que todo currito patrio sueña, al igual que una carrera no basta para tener un buen trabajo. Al descubrirlo, maduras. Al aceptarlo, creces, pero algo muere para siempre por dentro”.

23/01 La Forma A-38.  “Cuando uno lleva el tiempo suficiente en Bruselasinterioriza que hay dos, y sólo dos, verdades absolutas sobre la lengua de Molière. La primera, que la frase más hermosa y esperada en una llamada no es Je t’aime, sino il ne s’agit pas d’un acte terroriste. La segunda, y contraria, es una palabra que hace estremecerse a adultos curtidos, provoca ansiedad, privación de sueño y genera las historias más increíbles y divertidas: commune

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