«En 1962 vieron la luz tres libros fundamentales para las ciencias sociales: La estructura de las revoluciones científicas, de Thomas S. Kuhn. Capitalismo y libertad, de Milton Friedman, y uno menos conocido, pero muy influyente: El cálculo del consenso, de James M. Buchanan y Gordon Tullock.

En su obra, Buchanan, paladín del liberalismo y gigante intelectual del siglo XX, sentó las bases de la Teoría de la Elección Pública. Eran los años de Kennedy, de Camelot y los tecnócratas de Robert McNamara. Una época en la que los poderes públicos creían y hacían creer ciegamente en sí mismos y en el poder del Estado para resolver todos los problemas. Hasta que llegó Buchanan y dijo lo que nadie quería oír: que los políticos no gobiernan por y para el pueblo, sino por y para ellos mismos. No por el interés público, sino por el propio. Que no son mejores ni tienen una motivación diferente a la del sector privado. Y que tienen una «tendencia natural a crear déficits»»…

SIGUE LEYENDO «Gigante del liberalismo», mi obituario de Buchanan en El Mundo

Más información:

– Increíble, como siempre, Tylwer Cowen: «A few James Buchanan reminiscences»

– En el mismo blog, palabras de Alex Tabbarok, director hoy del centro de Public Choice fundado hace tres décadas por Buchanan

– «In appreciation» de Donald J. Boudrdaux

– Entrevista en la Reserva Federal de Minnesota

– Su discurso al recibir el Nobel de Economía en 1986

– Texto elogioso de José Ramón Álvarez Rendueles en El País en 1986

– Obituario en The New York Times

– Recuerdos en el Mises y en Bleeding Heart Libertarians

– En Cafe Hayek I, II y III 

– Recuerdo en Reason

– Richard McKenzie, ex alumno de Buchanan, recuerda su proverbial velocidad a la hora de leer y evaluar trabajos y papers.