En Jot Down hay una larga entrevista a Rafael Poch, corresponsal de La Vanguardia que ha estado en Moscú, Pekín y, desde 2008, vive en Alemania.

Deberíais leerla. Aquí sólo voy a destacar unas cuantas frases sobre Corea del Norte y China que me han dejado anonadado. Las negritas son mías.

«En esta crisis ocurre lo de siempre. Se enfatiza la respuesta histérica de Corea del Norte, régimen absolutamente impresentable, pero se olvida que son reacciones a una serie de maniobras con el aumento de la capacidad misilística de Corea del Sur y aumento de la capacidad militar americana en la región. Por eso responden de esta manera«. [Por eso, no porque sean una dictadura casi hermética totalitaria].

«La dirección norcoreana tiene muy claro desde Kim Il Sung, desde el abuelo, que había que cambiar el sistema económico, que había que hacer reformas y abrirse. Pero también tienen muy claro que eso no sería posible mientras no hubiera un cambio en la situación geopolítica. Si no cesaba la amenaza nuclear estratégica contra ellos, no podían hacer la reforma económica».

«Creo que los dos regímenes, el del Norte y el del Sur, tenían ganas de zurrarse. Las grandes potencias no estaban en esa longitud de onda. Acabó en una dinámica de acontecimientos bastante confusa, todavía se discute quién y cuándo empezó la guerra. Hubo muchas escaramuzas previas, hubo multitud de incidentes fronterizos antes. No está del todo claro».

«En el 94 hubo una hambruna tremenda. Una mezcla de desastres estructurales, naturales y de errores políticos, claramente. También, del propio aislamiento del país, lo cual puede formar parte del error político. Porque si el precio de la autosuficiencia y la independencia es que tu población se muera, igual tienes que empezar a cambiar eso y vender un poco de tu soberanía a China, o a Rusia».

«Los coreanos del Norte fueron más allá y crearon una ideología nueva, alternativa al marxismo, que se consideraba más importante y mejor. Eso fue el Juche, cuyo trasfondo no es poca cosa, la defensa de la soberanía nacional ante todo, el “nosotros somos los mejores”. Una ideología de autosuficiencia que viene inseparablemente unida al ejemplo del confucionismo, donde el padre de la nación, el padre fundador, es considerado un dios y sus hijos y nietos queridos dirigentes o amados líderes. Es un rasgo de sociedad tradicional y oriental, para las cuales la continuidad es muy importante. Esos señores que a nosotros nos parecen tan ridículos, sobre todo el hijo y el nieto, desde el punto de vista patrimonial del Estado dan cierta seguridad».

«Aquí podríamos hablar de las ventajas de la dictadura, para formularlo en términos crudos. El concepto dictadura contiene realidades muy diversas y muchos matices. Hay dictaduras 100% nefastas, hay dictaduras que económicamente son eficaces y, muy pocas, políticamente menos impresentables. Hay muchos matices y en Occidente tendemos a obviarlos«.

«Con la crisis que estamos viviendo en Occidente, donde la política está siendo controlada por la economía, la financiera concretamente, en China la gran superioridad que tienen es que es la política la que sigue gobernando a la economía. Esto les da una capacidad de previsión y continuidad, en el sentido de que no tienen la esclavitud de las elecciones a cinco años vista. Piensan en generaciones. Los gobiernos continúan la labor del anterior, con las rectificaciones que el anterior ha apuntado. Esto es así.»

«China es el único país del mundo en desarrollo que no tiene los cinturones de miseria habituales en las ciudades de estos otros países. Ha sido así porque ha habido una regulación autoritaria del proceso de urbanización, que se basa en retener al campesino en la tierra. Con cupos. El resultado ha sido una organización general mucho más ordenada«.

«Y la clave aquí es Mao. Su sistema de tenencia de tierra, que es colectivo, privado o una cosa mixta, en el que lo que está claro es que cada uno tiene el trozo de tierra que necesita para subsistir. […] Yo creo que China, aunque suene muy fuerte, es de los países mejor gobernados del mundo«.

«Mao fue el hombre que al final resolvió esto. Unificó el país, unificó un desarrollo alternativo a todo aquello que no había funcionado en los últimos 150 años y puso a China en pie. Además, Mao tuvo una repercusión en los movimientos de liberación de todo el mundo. Mao fue un revolucionario, un Stalin y Lenin juntos, y al mismo tiempo fue también un déspota oriental, acabó siendo una especie de emperador. También con él tuvieron la mayor hambruna del mundo en el Gran Salto Adelante. Se puede discutir cuánto tuvieron que ver las catástrofes naturales o el hecho político, pero es algo que está ahí».

«Tuvieron varias decenas de millones de muertos y hay que tener mucho cuidado. Pero con el balance general, si miramos con quién se puede comparar China, el país más acorde es India. Esos 40 o 50 millones de muertos del Gran Salto Adelante, en India se produjeron por pobreza y hambre. ¿Cuál ha tenido más éxito de los dos? Es un debate abierto».

«Esa es la pregunta sobre qué es el comunismo chino. En Occidente nos la solemos hacer en términos muy ideológicos, que nos llevan a esas combinaciones estrambóticas del capitalismo rojo. Si nos planteamos la cuestión desde el punto de vista de las sociedades en desarrollo, la argumentación es seguramente mucho más clara. En estos países tan retrasados el comunismo fue una solución al problema del desarrollo, de salir del hoyo

«Es decir, en los años 30 parecía que el estalinismo era una cosa que funcionaba muy bien. Tenía un tempo de desarrollo, y ahora hemos sabido que desigual y con muchas contradicciones, con una represión de narices, pero crecía más rápido que el resto».

«La preocupación fundamental del comunismo chino era salir del agujero. Y el agujero era: pobreza, intervención extranjera, sometimiento».

«El capitalismo es explotador por definición, el chino también, no hay ninguna posibilidad de embellecerlo.»

«El Gobierno de China es un despotismo benevolente, digamos. No tiene pluralismo político, con realidades de espejismo muy crudas, y al mismo tiempo es un sistema abierto que se considera imperfecto«.

«Todas las lacras que tú y yo podemos enumerar sobre el régimen chino, como tortura, falta de pluralismo, corrupción, toda la lista que podamos hacer, los gobernantes chinos las reconocen y las consideran un defecto a mejorar».