«En Bélgica, el primer lunes tras el primer domingo después del Driekoningen, la Epifanía, es el Verloren Maandag, el Lunes Perdido. De todas sus curiosas tradiciones y celebraciones es, probablemente, con la que más me identifico. Aunque sólo sea por el hecho de que hasta en estas cosas rompen siempre las reglas, pues un año de cada siete, cuando Reyes cae el domingo, el jolgorio se pasa al primer lunes. ¿Lo entienden? Da igual, ellos tampoco».

Los lunes perdidos. Mi segunda columna de cosas belgas de 2021. Las anteriores (desde 2018) las podéis encontrar todas, en orden inverno de publicación, aquí abajo.

05-01-2021 Caraduras reales. «Hay gente que en Año Nuevo hace largas listas y propósitos, pero yo, al arrancar cada curso, sólo hago una cosa: pensar en el príncipe Laurent y jurar que, pase lo que pase, no acabaré como él. El hermano pequeño del Rey de los Belgas es mi personaje favorito, aunque eso quiere decir en realidad una combinación de indignación, sorpresa perpetua, risa, pena y amor-odio.

EN 2020

29-12-2020 La ruta de la felicidad. «No sé si fue el mayor disgusto de mi vida, pero lo recuerdo como el mayor disgusto de mi vida belga. Ocurrió el fatídico día en que pedí una taza de chocolate caliente en una muy fría soirée culturelle, antes de un concierto en el Bozar. Era un sitio mono cerca del Sablón, al poco de llegar, y la bofetada todavía me duele. En el país de los Marcolini y Godiva, de los bombones de oro y maravillosas tartas, no saben hacer chocolate caliente«.

22-12-2020 Renglones torcidos en el alma oscura. «Sostiene Yeats que la vida es como un viaje por una escalera de caracol, pues a medida que envejecemos vamos cubriendo el terreno ya cubierto, pero desde un poquito más arriba. Al madurar, al acercarnos al final, miramos atrás, que es abajo, y «medimos el progreso por el número de lugares en los que estuvimos, pero ya no estamos». El irlandés, sin saberlo, escribió la imagen perfecta de una escalera belga».

15-12-2020 El oxígeno de la edad moderna. «Vecindad, identidad, pertenencia, distancia son conceptos más relativos que absolutos. No descubro la pólvora, pero nada funciona mejor para que alguien de Madrid abra los ojos que vivir un tiempo en el centro de Europa. No es como cruzar a Biarritz o Perpiñán a ver películas no censuradas, lo sé, pero las fronteras tienen un significado muy diferente cuando cambias de nación conduciendo poco más de una hora en línea recta en cualquier dirección desde tu cocina».

08-12-2020 La gran ilusión. «¿Saben eso de que se puede engañar a unas pocas personas durante mucho tiempo o a un montón de gente un poco, pero no a todos todo el tiempo? Ay. En Bruselas llevamos décadas haciendo pensar a millones de crédulos que los asuntos comunitarios son infumables, que la ciudad es muy aburrida, gris, que nunca pasa nada y que llueve todo el tiempo. Y ha colado, porque aprendimos, de los ilusionistas más legendarios. Somos herederos de Étienne-Gaspard Robert, Robertson, el padre belga de la fantasmagoría, y sabemos que la mejor forma de esconder un tesoro es exponerlo a plena vista entre infinitas distracciones. Por eso colocamos el mejor secreto de los últimos 50 años en el corazón mismo del continente, ante sus ojos y con varios miles de periodistas hablando todo el día sobre él. Y siguen sin verlo».

01-12-2020 No en mi nombre, no en mi casa. «Nada bueno ha salido nunca de Saint-Gilles. Ya, lo sé: hordas de modernos, hipsters y bienintencionados se me van a echar encima, hablarán del orgullo de su barrio, del mestizaje, de la tradición, del calor humano frente al frío de las zonas residenciales, del alma viva frente al aburrimiento del barrio europeo. Del color y los olores frente a la homogeneidad, de los bares, pero no. Es una zona tan sobrevalorada de la capital que hasta la famosa Union Saint-Gilloise, santificada por los inmigrantes con pasta, juega en Forest».

24-11-2020 Honra sin buque. «Un belga es alguien dispuesto a morir para demostrar que tenía prioridad. La perfecta definición -de mi amigo Luis- explica bien el carácter de un pueblo, una contumacia mayor que la de los cátaros y, sobre todo, el estrés permanente al ponerse al volante en este país».

17-11-2020 Manjar de dioses, pecado de hombres. «Cometieron un error. La lógica de negocio es aplastante, pero qué error. Hay países unidos por la historia, países unidos por una bandera o un idioma, los hay unidos por una amenaza, pero cuando lo único que puede mantener cohesionado a un país (acéptenme esta hipérbole) es una galleta, lo mejor que pueden hacer los caros asesores de marketing, los directivos creativos y los presidentes más modernos es cerrar el pico y escuchar».

10-11-2020 Entre el viento, la arena y las estrellas. «Hay dos habilidades en la vida que admiro por encima de todo: la fuerza sobrehumana necesaria para no dormirse viendo Blade Runner y la capacidad de saber dónde están los puntos cardinales. Siempre que algún amigo norteamericano identifica la salida norte de una boca de metro le miro con los ojos que debió de poner el hijo de la primera persona que domesticó el fuego. Ambas cualidades resultan francamente útiles en Bélgica: la primera, para seguir los debates nacionales y las cumbres de cinco días con sus noches. La segunda, porque para llegar a algunos sitios hace falta un sentido de la orientación que ni los Navy Seal. La NASA hace pruebas en los suelos del río Tinto (Huelva) para saber cómo es la vida en Marte y estoy seguro de que prueba los navegadores de sus sondas por los campos de Flandes«.

03-11-2020 Fantasmas y fantoches. «Bélgica está llena de fantasmas. No me refiero a los del pasado colonial, porque ya saben que aunque muertos y torturados los hubo por cientos de miles, esa parte de la Historia está todavía encadenada como los espíritus de los dibujos animados. Ni siquiera hablo de los infinitos fantoches, más que fantasmas, que llenan los europasillos, con tantos funcionarios de élite, diplomáticos, lobistas y periodistas estrellita pagados de sí mismos».

27-10-2020 Momentos estelares. «La vida se vive de mil maneras diferentes, se siente de un millón de formas simultáneas, pero se define en apenas unos cuantos instantes. Momentos clave, episodios que sintetizan experiencias muchísimo más grandes y complejas. Intentar resumir así mi vida belga es un ejercicio frívolo, pero si cierro los ojos y pienso rápido, lo que viene a la mente son siempre las tres mismas lecciones. Anécdotas que marcan con moralejas que perduran.

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20-10-2020 El monstruo de la razón. «Todo inicia y acaba en el Palacio de Justicia. Es el alfa y el omega. No se comprende esta Bruselas sin la historia del Palacio, y creo no es posible entender un edificio de hace un siglo sin (sonreír ante) el país de hoy. Creo que ni libros, ni sociólogos ni psiquiatras: todo lo que hace falta para explicar quiénes son, de dónde vienen, está en esos 25.000 infames metros cuadrados».

13-10-2020 Pulsiones, almas y banderas. «Las megaurbes tienen barrios con distintivos geográficos o étnicos, tipo Chinatown o Little Italy, pero en Bruselas eso nos parece poco. Tenemos, claro, como la petite Anatolie o el congoleño, Matongé. Y barrios que podrían estar en Rabat o Argel. Pero además, la ciudad ofrece a residentes y visitantes dos vías únicas para conocer la idiosincrasia, misterios y matices de la vida política, cultural o deportiva del resto del planeta. La primera es decorar el Manneken Pis. A los españoles nos gusta muchísimo esto, da juego, y por eso lo hemos visto a lo largo de los años con los colores de equipos de fútbol, regiones y hasta de Rociero. Ayer, unas decenas de personas lo pudieron disfrutar recién vestido para homenajear a los muchos profesionales sanitarios que fallecieron este año combatiendo el Covid».

06-10-2020 Identidad. «A finales de los 90 hice un largo Interrail por Europa. Tengo una batería de recuerdos difusos y unas cuantas impresiones pseudo- sociológicas de post adolescencia muy bien grabadas: los franceses eran unos snobs; los luxemburgueses, unos estirados cuya Policía soltaba a los perros para echar a críos de estaciones vacías y frías. Países Bajos, una revelación, el primer lugar donde aprendí el concepto de laissez-faire viendo a grupos de neonazis, jipis e inmigrantes compartir las plazas en armónica indiferencia y paz. Y Bruselas, un antro feo, desagradable, digna capital de un pueblo sin alma. El paso del tiempo ha confirmado prácticamente todos los juicios y prejuicios, salvo el de los belgas».

29-09-2020 Heroínas sin capa. «Hay ratas. Esto no es como el metro de Barcelona o las calles de Nueva York, pero no nos engañemos: las hay. Lo habitual son los ratoncitos, y cuando digo habitual no es una forma de hablar, pero en un país que se caracteriza por dejar las bolsas de basura en la calle durante horas y horas (sin cubos) tampoco se puede esperar algo diferente. La pasada Navidad hubo crisis importante porque en la Grand Place campaban a sus anchas muchas más que siempre, y con los mercadillos y las luces el espectáculo cada noche era repugnante. Y es posible que en los próximos días vuelvan las alarmas, porque con las lluvias, y hay muchas, se inundan las alcantarillas y los roedores salen a la superficie».

22-09-2020 La sonrisa de nuestro apocalipsis. «Empezó como un comentario suelto, una anécdota que circuló entre algún conocido. Después, la historia empezó a repetirse, poco a poco primero pero cada vez con más frecuencia. Lo que era insólito empezaba a volverse norma. Recuerdo cuándo fui consciente, la caída del caballo a finales de junio, a medio camino entre la bella Dinant y Bruselas. Una braserie clásica, sin lujos ni pretensiones, en la que el camarero, sacando todo su pobre español, no sólo ofreció un licor, sino que invitó a los cafés. Les parecerá nimio, pero nunca, jamás, había ocurrido algo remotamente similar. A nadie. Durante unos minutos el grupo barajó muy seriamente la opción de llamar a un juez de los Record Guinness o comprar una placa conmemorativa».

15-09-2020 Odios atávicos. «A lo largo de mi vida (belga) he visto todo tipos de odios. El de la gente sensata hacia las endivias con cosas, el irracional al delicioso atún con melocotón. El odio nacionalista por cuestión de lengua o comunidad nacional. El odio ancestral que crece con las fronteras. Incluso el odio futbolístico, absurdo siempre pero aún más sabiendo que en verdad a nadie le importa lo que pasa en los partidos aquí. Pero hay pocos odios más genuinos y pujantes que el que se profesan ciclistas y conductores».

08-09-2020 Ciudad sin ley. «Hay cada vez más persecuciones, tiros y heridos. Noticias que hablan de explosiones y lanzamientos de granadas en las calles. La Policía encontró hace unas semanas una cámara usada por bandas criminales para torturar a sus rivales. Los laboratorios de metanfetamina se cuentan por decenas y los cargamentos incautados de cocaína, por toneladas. La mafia se han infiltrado en los puertos, entre los estibadores y las autoridades. El alcalde, siempre en campaña, ha prometido mano dura y ha lanzado NightWatch, la operación más grande en 20 años. «Ellos se adaptan, nosotros lo haremos también», aseguró en el anuncio de la compra e inminente despliegue del BearCat, un vehículo armado, blindado y temible propio de zonas de guerra. No es Baltimore, no es The Wire, sino la vida (nocturna) en la agradable y hasta aburrida Amberes».

01-09-2020 Dinastía. «Ustedes conocen los grandes apellidos de la política griega: los Karamanlis, los Mitsotakis, los míticos Papandreou. Qué decir de los Kennedy, Bush o Clinton en EEUU. Pero si quieren un ejemplo de cortijo dinástico, ojo a la poco sexy Bélgica. El caso reciente más claro es el de los Michel. El hoy presidente del Consejo Europeo y primer ministro la pasada legislatura, Charles, es hijo de Louis, ex ministro de Exterior y Comisario Europeo. Su predecesor en ambos puestos, Herman Van Rompuy, tiene a su hermana Tine y su hijo Eric en el negocio. Están los De Clercq (Mathias, Yannick, Willy). Oaquellos De Bethune/Cauwelaert de Weyls. No podemos olvidar a los famosos Moureaux y cónyuges, emperadores de Molenbeek. Por no hablar de sagas en ciernes como los Mathot, Ducarme o Reynders, etc. En 2016, casi el 20% de los diputados federales tenían un pariente con escaño en su CV».

28-07-2020 Ostende, 1936. «Ocupa una estancia en el tercer piso de una casa en el bulevar, frente al mar. Un mar abierto, oscuro, frío. En pie, frente al cristal, la misma perspectiva que tendrán los héroes del desembarco. No hay dónde esconderse, protegerse. Es sólo el hombre frente a su destino. Arriba le espera sin prisa Lotte, secretaria, confidente, amante. Abajo, en el bistró, le aguarda Roth. Pobre, inseguro, débil, formidable. Luego se unirán Müzenberg, Kesten, Irmgard Keun, Toller, Koestler. Y hablarán de España, de la guerra que empieza y no terminará en los Pirineos. Del futuro que se escapa. Del naufragio inminente. Del mundo de ayer.

21-07-2020 Asaltar los cielos, vivir en la tierra. «Dónde si no es aquí sería posible que tras un millón de días de interinidad, en medio de una súpercumbre europea de cuatro días, de una pandemia mortífera, de rebrotes, de broncas fronterizas con Luxemburgo y con la primera ministra en funciones triunfando, los principales partidos (de espectros opuestos y de dos comunidades nacionales y lingüísticas rivales) lleguen a un principio de entendimiento para intentar formar Gobierno».

14-07-2020 ‘État des lieux’. «n el Infierno, Dante popularizó la mítica ley del contrapaso, del latín contra y patior, sufrir lo contrario. Los que se dejaron llevar en vida por la gula están condenados en su obra a sufrir el hambre más atroz toda la eternidad. A los pusilánimes, avispas y gusanos castigan sus cuerpos desnudos. Pródigos y avaros, como Sísifo, arrastran pesadas rocas sin pausa. Y aquellos que, como Francesca y Paolo, sometieron la razón a la tentación, vagan sin destino arrastrados por los vientos más terribles. Aquí nos pasa algo parecido. Dios, que como he argumentado otras veces, es belga y vengativo, valga la redundancia, ofrece a los incautos ofertas inmobiliarias únicas, pisos increíbles, casas que en otros lugares no existen. Pero les castiga, en la salida, con el más brutal contrapaso, la peor de las torturas: el État des lieux«.

07-07-2020 La conga. «El Consejo de Seguridad Nacional belga ha tomado una de las decisiones más esperadas, polémicas y divisivas de los últimos años. Se reunía para ir actualizando algunas de las medidas de desconfinamiento. Ver qué actividades se pueden volver a practicar, qué aforos máximos están permitidos. Lo normal. Pero de fondo, y muy discretamente, yacía uno de esos debates existenciales, una de esas cuestiones que toda sociedad abierta, libre y democrática debe afrontar en algún momento: qué música puede sonar en un banquete nupcial«.

30-06-2020 Y aún me preguntan por qué. «Una señora en su patinete por el Ring, la gran circunvalación de Bruselas. El Ring, que tiene 12 velocidades diferentes en su raro trazado y sin razón aparante. El (enorme) tipo en dirección contraria con otro (diminuto) trotinette increpando a quien casi lo mata por mi barrio. La ministra que cogió un avión para ir desde Bruselas a Amberes para apoyar al sector aéreo el otro día. La alegría por Saint Boniface peatonal mientras los coches se apilan en el pulmón del Cincuentenario. Lo del distanciamiento social medido en tamaños de animales. Los memes del servicio público de transportes mostrando tranvías con los looks de Stromae. La música de Stromae en calles desiertas del centro».

23-06-2020 La lógica de la razón. «Grandes filósofos, ensayistas, sociólogos, psicólogos y gurús de todo tipo se preguntan cómo afectarán la pandemia y los confinamientos a nuestras sociedades. Si lo cambiará todo y nos cambiará a todos o si será una gota en un océano de historia. Hay optimistas y pesimistas en todos los sentidos, desde el insufrible saldremos mejores al recurrente estamos condenados. Esta incertidumbre genera ansiedad, pero en realidad es un debate vacío: cualquiera que mire a Bélgica sabe muy bien la respuesta».

16-06-2020 El muro de las leyendas. «Hay muros, como el de Berlín, que desnudan la línea entre libertad y opresión. Hay otros, sagrados como el de las Lamentaciones, que forjan en los siglos la identidad de todo un pueblo. Hay murallas que sellan los confines de imperios, desde Britania a China. Y luego ya está el Muur. Épico, formidable. Muur-Kapelmuur, el temible Muro de Geraardsbergen, que no es pared sino cuesta, y que tiene todo lo anterior: separa a leyendas y mortales, es sagrado como nada en Flandes, divisivo como si fuera fruto del Pentateuco y que ha coronado emperadores desde 1950: Fiorenzo Magni, Achiel Buysse, Eric Leman, Fabian Cancellara, Tom Boonen o Johan Museeuw, los que han logrado imponerse tres veces en De Ronde, la Vuelta a Flandes».

09-06-2020 Nsala. «Se llamaba Boali, tenía cinco años y le cortaron las manos y los pies. Una de las fotografías más desgarradoras de la historia muestra a su padre, Nsala, roto para siempre. Mira, ido, lo único que le queda de su pequeña, de su familia. La imagen la tomó Alice Seeley Harris, misionera que a principios del siglo XX documentó y peleó para que el mundo conociera las atrocidades del Rey Leopoldo II y la Compañía Anglo-Belga del Caucho en el Estado Libre del Congo. Nsala no había logrado el objetivo diario exigido, y el castigo fue automático».

02-06-2020 Jardineros de sueños. «Hemos visto todo tipo de escenas en Bélgica. El alcalde pillado en plena rave con sus vecinos en la fase dura del confinamiento. Los tres policías borrachos y de barbacoa en el puesto fronterizo que vigilaban. El tipo que se ha recorrido Bruselas con un invernadero en la cabeza a modo de mascarilla. Pero quizás la imagen más icónica sea la del Mercedes negro que circula por Flandes con matrícula Covid-19«.

26-05-2020 Todos los rayos del crepúsculo. “La semana pasada di dos paseos increíbles en bicicleta por los bosques y parques que rodean Bruselas. A todo el que diga que La Capital es una ciudad fea, gris y que no hay nada divertido que hacer en ella le voy a grapar al cuerpo un mapa de las infinitas rutas y senderos a tiro de piedra y una foto de árboles, estanques y rincones imposible. El único ‘Síndrome de Stendhal’ que he sentido con la naturaleza desde que estuve en Noruega ha sido aquí. Sin vértigo o confusión, temblores o palpitaciones, pero con parte de ese dolor profundo que se experimenta a veces al ver, al vivir, las cosas más bellas. O más bien al pensar, al constatar al más puro estilo Cuartango, la esencia de lo efímero, la velocidad con la que pasa el tiempo y lo increíblemente estúpido que fuiste al dejar pasar la oportunidad. Tantas oportunidades, cuando la felicidad está al alcance de tu mano, del pedal. Porque nada vuelve”.

Todos los rayos del crepusculo

19-05-2020 Huelga emocional. “El pasado jueves, un dron fue interceptado tras hacer varios viajes a la prisión de Forest. No cerca ni sobre la prisión, sino a la misma. Llevando, claro, un cargamento de drogas. Mi frase favorita de 2020 la encontré en La Libre Belgique: La entrega de drogas por drones no es infrecuente en Bélgica. Con absoluta normalidad”.

Huelga emocional

12-05-2020 Yincanas sociales. “Algo intuitivo y práctico. Ha habido mucho cachondeo, dentro y fuera del país. Esto es la esencia de la belgitude, ese talento intraducible para parchear la realidad y encajarla a martillazos donde haga falta. Prefieren y preferirán siempre una yincana loca a una rigidez centralizada, y hay que quererlos pese o seguramente por ello”.

Yincanas sociales

07-05-2020 El bosque de los jacintos. “Es un lugar especial, en donde durante unos pocos días al año, entre abril y mayo, se produce el mayor espectáculo de luz y de color imaginable. Un festival de morados con la eclosión de los jazmines más hermosos y poderosos, los bluebell por la forma acampanada y torcida de su flor. Se despliega de golpe una alfombra infinita de púrpuras, azules y finalmente grises, cuando crecen las hojas y se apaga la luz, a las faldas de los abedules, las hayas y las inmensas sequoias”.

El bosque de los jacintos

28-04-2020 Ubi patatas, ibi patria. “Belgapom, la asociación nacional del ramo (y miembro de Europatat, la mejor de todas las asociaciones europeas de cualquier tipo y colaboradora de Cipotato, The International Potato Center) ha hecho un llamamiento que ha tenido más eco y respuesta que los del Gobierno: coman patatas al menos dos veces por semana. Preferiblemente fritas, para poder vaciar las cámaras congeladoras saturadas, pero en cualquier formato. Con restaurantes cerrados, festivales de música y eventos deportivos prohibidos, los hogares son la última esperanza. A esta generación nos ha sido encomendada la tarea más dura: quedarnos en casa, jugar a la consola  y saturarnos de grasas. No vamos a fallar, estaremos a la altura”.

Ubi patatas ibi patria

21-04-2020 Agua fría, agua negra. “Es probable que si menciono localidades como De Panne, Blankenberg, De Haan, Zeebrugge, Knokke o Koksijde no suene ninguna campana. No son Amberes o Brujas. No tienen monumentos ni fama. Sin embargo, en los próximos meses es de esperar que haya desplazamientos masivos y sin ningún precedente hacia todas ellas. Tienen tres cosas en común: están en Flandes, las recomiendan las guías y todas tienen playa. En nuestro mundo postcoronavirus, con viajes limitados y sospechas ilimitadas, los pueblos cercanos con mar van a ser el destino de millones de belgas desesperados y acostumbrados al litoral mediterráneo”.

Agua fria agua negra

14-04-2020 La lengua del alma. “Tenía el patriarca la convicción secreta de que la honestidad, una básica y brusca, era la mejor manera de desafiar los estragos del tiempo. Maeterlinck, la gran voz belga de la primera mitad del siglo XX, defendía que “la vida verdadera, la única que deja alguna huella, no está hecha sino de silencio”. Sostiene Alain Corbin siguiendo sus pasos que “la lengua del alma es el silencio”. Y creía Jacques de Decker, y así lo dejó escrito como despedida, que la vida es precisamente “un pequeño fragmento, una página sigilosa en el gran libro salido de la pluma de Dios”.

La lengua del alma

07-04-2020 Renglones torcidos. “Esta es una historia de éxito. De la lucha contra un entorno hostil, el clima adverso y el ruido. Una historia de superación, de adaptación y de esperanza. Un milagro urbano que inspira cuando más frío hace. De cómo lo imposible ocurre cada día a nuestro alrededor. Es, les aviso ya, una historia de loros”.

renglones torcidos

31-03-2020 Aire puro. “La retirada del hombre le ha devuelto la iniciativa a la naturaleza. Sin coches, camiones, sin atascos, compradores y vendedores, el cantar de los pájaros llega más nítido que nunca en las grandes urbes. Los animales salvajes se aventuran hasta las arterias principales. En Bruselas era posible ver de noche, salidos de la nada, pequeños zorros. Pero ahora se mueven con aún más libertad y desparpajo. Los cielos están despejados, el aire limpio. La sensación de fuerza, de total comunión con el entorno, es algo increíble, único. Una experiencia extraordinaria y reconfortante en mitad de la pandemia. Hasta que llega el olor a mierda y se te incrusta en el cerebro. Literalmente”.

Aire puro

24-03-2020 El rincón de los patriotas. “El rincón más extraordinario y representativo de Bélgica no está en la Grand Place o en los museos del Sablón. No es un Palacio Real o una sede comunitaria en el Barrio europeo. No está en el pavé de Flandes, las playas de Ostende o las llanuras de las Ardenas. No está a los pies de los macizos de Dinant ni en los puentes sobre el Mosa de Namur. Ni en las murallas del castillo de Bouillon o las calles de fantasía de Brujas. El rincón más extraordinario es un pequeño hexágono, con lados de apenas cuatro o cinco metros, en el Carrefour de l’Europe, la explanada circular frente a la entrada principal de la Gare Central de la capital”.

el rincond e los patriotas

17-03-2020 La textura del tiempo. “Hay cierta sorna en el hecho de que Bruselas sea la ciudad de la velocidad cuando la UE y Bélgica están siempre al ralentí. Aquí nos movemos deprisa, muy deprisa, siempre acelerando y acelerados, haciendo mucho ruido. Los artistas tienen a veces horror vacui. Nosotros, en cambio, una especie de difuso horror silentii, miedo del y al silencio de la inmovilidad. Uno atroz, colectivo y contagioso. Silencio como sinónimo de parálisis, de fracaso. Pero sobre todo, de distancia. No son las cuatro paredes y el blancor opresivo. No es la falta de aire o de luz. No es la oxidación de músculos y del carácter. Es el silencio repentino, la bofetada que te hace consciente de la distancia con los tuyos. De la soledad”.

La textura del tiempo

10-03-2020 Raíces podridas. “Bruselas es un sitio hostil para las mujeres. Insultos, acoso, escupitajos, agresiones sexuales. Es casi imposible encontrar a una amiga que lleve tiempo suficiente por aquí y no haya tenido sustos. Sola o en grupo. Desagradables en el mejor de los casos, de mucho miedo en otros. Hay un machismo y una cultura de acoso totalmente extendida, que se palpa en las calles, en eventos sociales y en el transporte, público o privado. Con total impunidad y complicidad. Es desproporcionado entre los jóvenes de origen magrebí, árabe o turco, pero no sólo”.

raices podridas

03-03-30 La Grande Colère. “Cuesta darse cuenta porque la fachada de laissez faire y pasotismo tiene el grosor de un muro románico, pero prestando atención uno se da cuenta de que Bélgica es el país de los cabreados. Estamos siempre enfadados. Por el clima, por el tráfico, por el Gobierno, por no tener Gobierno, por los impuestos, por las obras, por la burocracia, los precios. Están enfadados los obreros, los camareros, los propietarios, los profesores, los padres. Se puede cruzar el país saltando de indignación en indignación genuina. Por o a pesar de la aparente displicencia, los parches y la genial capacidad de apañarse”.

la grande colere

25-02-2020 Carnaval. “En 2019, el carnaval de Aalst, en Flandes Oriental, generó titulares en todo el mundo. Acostumbrados a burlarse de primeros ministros, deportistas o de esa alcaldesa a la que pillaron en furor amoroso en el Palacio Real de Olite, y que se disfrazó de torre ella misma el año siguiente, vecinos y organizadores desoyeron las acusaciones de banalización y flirteo con el antisemitismo. Unos cuantos judíos de largas narices, bolsas de dinero y rodeados de ratas eran parte del espíritu canalla de la fiesta”.

Carnaval

18-02-2020 Descanso eterno. “Morirse es una cosa muy seria. Tanto, que los belgas hacen con la muerte lo más consecuente que se puede hacer tras una vida crujiéndote: meterle un impuesto. Y, además, uno que varía de comuna en comuna y que mete el dedo en las injusticias fiscales habituales. Si tienes a bien irte en paz en tu casa es una cosa más barata. Si en cambio decides hacerlo en una cama del hospital…”.

Descanso eterno

11-02-2020 La gran mentira: “Decía Jean-François Revel que la primera de las fuerzas que mueven el mundo es la mentira, y nunca se dijo una verdad mayor. Hay muchos tipos de mentiras, pero entre las peores probablemente estén, en orden creciente, la nocilla blanca, el jazz y sostener que uno entiende el sistema político belga”.

la gran mentira

04-02-2020 Reñideros. “Los belgas son gente paciente, perseverante, indiferentes al paso del tiempo. Las peleas de gallos están prohibidas desde 1929, hace casi un siglo, y sin embargo la afición sigue muy viva. Los animales se matan en realidad en Francia, donde una exención similar a la de las corridas de toros permite combates en el Norte y Pas-de-Calais. Algo parecido a lo que ocurre en Andalucía o Canarias. La cuestión es muy sensible aquí, porque históricamente ha sido uno de los lugares con más tradición y estructura. Y ha sobrevivido. La legislación es dura desde 1986, y cualquier pelea puede acabar con condena por maltrato animal, incluyendo a los espectadores. Las multas son altísimas, pero vecinos y periodistas constatan que las autoridades locales y los veterinarios miran para otro lado”.

Reñiederos

28-01-2020 Truhanes y vitriolos. “Yo, como Vicente Huidobro, “nada amo tanto como lo imprevisto”, y si una gitana en Budapest me leyera el porvenir en las líneas de la mano, me echaría vitriolo para borrarlas. En un mundo estandarizado, reglado, previsible, y qué les voy a decir desde Bruselas, todo lo que se sale de lo normal, por esperpéntico que sea, proporciona luz. Dos belgas, de lo más peculiares, han contribuido en las últimas semanas a ello”.

truhanes y vitriolo

21-01-2020 Chanson triste. La canción belga está muriendo. Admito que la frase es exagerada, pero da la sensación de que cada pocas semanas perdemos a una de las grandes voces del país. Eso o los algoritmos creen que tengo unas filias extrañas. Remontándonos apenas un par de años hacia atrás, es una cascada de disgustos. Art Sullivan, Marc Morgan, Paul Severs. Pero también la mítica Maurane (Claudine Luypaerts), Tim Visterin, Johan Stollz, Mario Guccio, el cantante de Machiavel. Incluso la joven Celine Lechanteur”.

chanson triste

14-01-2020 Una buena conciencia. “Hay tres momentos que sintetizan y condensan el dolor de la vuelta al trabajo después de Navidades en Bélgica. La puñalada nada más poner un pie fuera del avión y ver el gris por todas partes tras diez días de sol y luz en España. La puñalada que llega con el torrente infinito y culpable de emails de unas instituciones desconectadas y unos partidos sobreexcitados. Y, sobre todo, el cementerio urbano de abetos abandonados. Calles y calles teñidas de verde pálido y marrón seco. Sin luces, adornos, vida ni esperanza”.

Una buena conciencia

07-01-2020 Los dados de Dios. “En la noche de San Silvestre, un hombre fue apuñalado en la estación de Beekkant. En Charleroi un tiroteo dejó dos heridos. En Lieja, 60 personas montaron barricadas y se enfrentaron con la Policía usando piedras, y petardos. Coches y motos ardieron en lugares tan dispares y distantes como Molenbeek y Woluwe Saint-Lambert. Y cerca de 200 personas fueron detenidas. No empezaba una guerra, no era una protesta, sino Fin de Año. Hay países en los que se comen uvas, otros en los que maltratan lentejas. En Bélgica, el cambio de año se celebra con el resonar de las trompetas de apocalipsis”.

Los dados de dios

Y las de 2018 y 2019

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