James foley 2Ayer, el Estado Islámico (IS en sus siglas en inglés, antes ISIS) difundió un video con las imágenes de la presunta decapitación de James Wright Foley, periodista norteamericano que fue secuestrado en Siria el 22 de noviembre de 2012. Tenía 40 años.

El vídeo es de una crueldad atroz. Por cómo lo asesinan y por lo que le hacen decir antes de morir, culpando a su país y responsabilizando a su propio hermano, miembro de la Fuerza Aérea. Aquí se puede leer la transcripción, sin imágenes.

Foley trabajaba en Siria para el Global Post cuando fue capturado y retenido. En su último artículo, desde Alepo, narraba el sufrimiento de la población. Durante casi dos años apenas se han tenido noticias de él. Se organizó una gran campaña que por desgracia no sirvió de nada. Quedan muchos periodistas secuestrados en la zona, en el entorno de 20 según The Committee to Protect Journalists, pero en cierto modo él se había convertido en el símbolo de todos. Ser estadounidense, y con un hermano militar, no ayudaba. Decenas han muerto en el país haciendo su trabajo.

En 2011, Foley fue secuestrado en Libia y pasó 44 días retenido junto al español Manu Brabo. En noviembre, cuando se cumplió un año de su desaparición, Brabo escribió este precioso y emocionante texto: «El año que vivimos peligrosamente«.

«Pero nadie nos avisó de esta letra tan pequeña en el contrato ¿¿Verdad?? Nadie nos dijo la cantidad de amigos perdidos, la cantidad de almas y cuerpos rotos que tendríamos que cargar, y aún así lo sabíamos. Pero uno siempre se piensa a si mismo como un ser eterno y, de igual manera piensa en aquellos seres que le rodean, aquellos que hacen de pilares, de arcos y contrafuertes de los muros de esta puto templo que es la vida. A veces se hace muy pesado, camarada. Demasiado. A veces el poso de tristeza es infinito y, te seré sincero, solo quiero no pensar, escapar, salir por patas… hasta intento olvidarte a ti, a Antón, a tantos otros que se nos han despistado por el camino».

Aquí dejo algunos artículos y vídeos para conocer mejor a Foley. Como decía ayer una compañera de Financial Times: «los corresponsales de guerra son nuestros ojos y oídos en los sitios a los que sólo nos acercamos en nuestras peores pesadillas. Gracias por soportar esa carga por nosotros. Estamos, estaremos, siempre en deuda con vosotros.

 

_ Manu Brabo: El año que vivimos peligrosamente«.

– Clare Morgana Gillis, que compartió cautiverio con él en Libia: «My Friend James Foley«.

– Antonio Pampliega, su amigo, que trabajó con él en Siria, en el Diario.es: «Querido Jim«. Y en El Mundo: «Un periodista comprometido, digno y de sempiterna sonrisa«. Y le ha hecho un vídeo de recuerdo con sus imágenes sobre el terreno.

– Javier Espinosa escribe su obituario en El Mundo: «El espíritu indestructible«.

– Marc Marginedas en El Periódico: «James Wright Foley, el reportero cortés«.

– En 2012, Foley ayudó a recaudar dinero para la familia de Anton Hammerl, un fotógrafo que murió en Libia. La BBC lo entrevisto sobre sus motivaciones. Éste es él en sus propias palabras.

Aqui, una charla que dio en 2011 a los estudiantes de Northwestern

Sus palabras duelen. «When you start to take risks … you have a close call, you really need to look at that – that’s pure luck that you didn’t get killed there.» «It’s not worth your life. It’s not worth seeing your mother, father, brother and sister bawling. It’s not worth these things». «No matter what romantic ideal you have, no matter what ethic you think you have. «I should have known that a long time ago.

 – «Phone call home«, un texto del propio Foley a su auniversidad en el que recuerda su secuestro en Libia y la llamada que le permitieron a hacer a su madre. Su llanto. «I replayed that call hundreds of times in my head — my mother’s voice, the names of my friends, her knowledge of our situation, her absolute belief in the power of prayer. She told me my friends had gathered to do anything they could to help. I knew I wasn’t alone».

– Patrick Reis:»These Are the Stories James Foley Risked His Life to Tell«. The accomplished war reporter went deep into conflict zones and brought back stories to people who would not have otherwise heard them.

– James Harkin en Vanity Fair: «Evaporated«: «Syria is the most dangerous place in the world for journalists. More than 60 have been killed there since the war began, and many others have been kidnapped, becoming pawns in the conflict. The author picks up the trail of two colleagues, Austin Tice and Jim Foley, who vanished in 2012.

– Max Fisher en VOX: «On James Foley«. No eran amigos, pero él era el editor de Claire en The Atlantic cuando fueron secuestrados. Siguió de cerca el proceso y después conoció a Jim.

Ir al infierno es una locura. ¿Por qué van?

«It’s part of the problem with these conflicts. … We’re not close enough to it. And if reporters, if we don’t try to get really close to what these guys—men, women, American [soldiers], now, with this Arab revolution, young Arab men, young Egyptians and Libyans—are experiencing, we don’t understand the world».

Descanse en paz.