Una de las noticias de ayer fue el caso De Guindos. Beatriz y no Luis. «La sobrina de Guindos dimite horas después de ser elegida directora de Competencia«.

En El Mundo, Carlos Segovia cuenta lo ocurrido: «El cabreo del tío y el adiós de la sobrina«. Y lo comenta en su blog: «Cuando ser sobrina del ministro perjudica«.

Algunas opiniones sobre el tema y la formación de la CNMC en general.

Jesús Alfaro durísimo: «Carta a Álvaro Nadal con copia a Beatriz de Guindos«.

«Ya lo habéis conseguido”. No solo os habéis cargado las instituciones del país para muchos años sino que habéis logrado que las personas decentes y competentes no quieran ser nombradas para nada».

Jesús Fernández-Villaverde en Nada es Gratis: «Controles y Contrapesos«.

«Una relación de parentesco tan directa como la de Beatriz de Guindos o la de Micaela Arias (hija del ministro Miguel Arias Cañete) crea una seria sombra sobre esta independencia, sin que importe la capacitación técnica de estas dos funcionarias (que desconozco y que por tanto asumiré que es excelente). Por ejemplo, en mi universidad, yo no podría estar en un comité que tuviese que tomar una decisión que afectase, de manera directa o indirecta, a un hijo (o un padre) mío. El bien jurídico de la legitimidad del comité es más importante que el bien jurídico de mi derecho a participar en el mismo o el provecho que la universidad pueda obtener de mi trabajo en este grupo de personas. Es una situación, en palabras más sencillas, donde es mejor equivocarse por exceso que por defecto.»

JFV y Luis Garicano en El País: «Arbitrariedad y competencia«.

– En El Mundo, John Müller: «Impuestos y apellidos«.

– Antonio Cabrales, Gerard Llobet Codina y Juan José Ganuza Fernández: «Superregulador: ¿expertos independientes?«.

Juan Rubio Martín: «Credibilidad e independencia en los organismos reguladores«.

José Antonio Navas: «Álvaro Nadal doblega a Luis de Guindos y se hace con el control de la CNMC«.

– El post de Jesús Alfaro de agosto: «Sobre las propuestas de miembros de la CNMC«.