Tras ver la lista de Delia, algunas ideas rápidas.

– No estudies periodismo.

– Estudia. Mucho. Lo que sea (menos periodismo).

– Habla idiomas. Muchos. Los que sean.

– Conviértete un experto en algo. Mucho. En lo que sea.

– Aprende a escribir. No es fácil. Crees que sabes, pero no es verdad.

– Lee la prensa y escucha la radio. No, no lo haces.

– Eres el mejor de tu clase, pero tu nivel es insultantemente bajo. Haz algo al respecto. Rápido.

– Necesitas manejar con soltura conceptos básicos de estadística. Todavía no lo sabes, pero puede ser lo más importante para tu carrera, independientemente del periodismo que vayas a hacer.

– Comprueba todos y cada uno de los números que te cuentan, leas y escribas. Siempre. Sin excepción.

– Vuelve a comprobarlos.

– No, un “billion” no es un billón, son mil millones.

– Entra en Malaprensa, tira de archivos de los últimos 7 años y toma notas. En serio, hazlo.

– Acepta que un trabajo es sólo un trabajo. Hay otros.

– El periodismo está lleno de cabrones, de vagos, de jetas, de mentirosos, de vende-motos. Como cualquier otro trabajo. Hazte rápido a la idea y aprende a lidiar con ello.

– Hay gente buena y gente buenísima. La mayoría no trabajarán junto a ti ni en tu medio. Da igual, aprende de ellos.

– Ya no estás en el colegio. No eres el protagonista ni el sujeto pasivo. Nada gira a tu alrededor ni volverá a hacerlo. Si no aportas, vas a incordiar. Te tienen que enseñar, corregir, editar. No te pueden dejar solo y necesitas atención. Tienes que aprender lo más rápido posible. Si tienes suerte te ayudarán, pero si no, espabila. Si eres rápido y resuelves problemas, estarán encantados contigo.

– Cuando llegues a un medio, lo más importante es que cales a las personas. Al amable, al borde, al pesado, al listo. Al que te ayudará, al que te puteará, al que te ignorará. Tendrás que actuar de forma diferente con cada uno de ellos. Hazte rápido a la idea y aprende a lidiar con ello. Eres adulto.

– Interactúa, no te escondas en una esquina esperando a que te den algo.

– Las redes sociales son tu escaparate. What you show is what I get. Eres adulto.

– Las redes son un proxy increíble. Busca a los mejores y síguelos.

– No juzgues a nadie por el sitio en el que trabaja, sino por lo que hace y firma.

– “Dale una vuelta a eso” va a ser la frase que más escuches.

– Vas a estar rodeado de periodistas. Tus compañeros de facultad, tus amigos, tus compañeros. Somos un coñazo y sólo hablamos de nosotros.

– No te van a pagar mucho. Si es que te pagan.

– Si tienes suerte, te pagarán para que leas, aprendas, vayas a sitios, hables con gente y te enteres de cosas. Si tienes mala suerte, no te pagarán (o muy poco) para que escribas, locutes o edites. Sin ir a sitios o llamar a gente. Plagiando.

– En un medio, como en cualquier trabajo, hay que encontrar el equilibrio entre lo que te piden y lo que estás dispuesto a hacer. Con límites. Márcalos.

– Vas a sufrir presiones para que publiques o no publiques algo. De amigos, familiares, compañeros, jefes, jefazos, fuentes, rivales, enemigos, empresas, gobiernos. Hazte rápido a la idea y aprende a lidiar con ello.

– Los gobiernos,  las empresas, los bancos mienten y tienen intereses. Las ONG, los soñadores, las víctimas, los manifestantes, tus amigos, también. Hazte rápido a la idea y aprende a lidiar con ello.

–  No eres inmune, no eres objetivo, no eres imparcial. Eres humano. Pero puedes ser íntegro, honesto y profesional.

– Todo el mundo tiene que comer, pero cada uno decide qué está dispuesto a tragar por un salario.

– No culpes a otros por lo que has hecho. Eres adulto.

– Si lo firmas, asumes lo que pone. Siempre. Sin excepciones.

– La tentación de hacer trampa va a estar ahí. Es enorme. Y la mayoría de las veces no te pillarían. No lo hagas.

– Te pillarán.

– La vas a cagar. Muchas veces. Hazte rápido a la idea y aprende a lidiar con ello

– Reconócelo cuando pase y pide disculpas. Pronto y sin medias tintas. En serio, no pasa nada.

Pese a todo, el periodismo es mejor que trabajar.