• Cosas belgas
  • Qué leo
  • Sobre mí

Maven Trap

~ Economía, RRII, periodismo

Maven Trap

Publicaciones de la categoría: Periodismo

Verse viendo

15 lunes Jun 2015

Posted by suanzes in Periodismo

≈ 2 comentarios

Éste no es un post sobre Guillermo Zapata o Pablo Soto. No es un artículo sobre derecha e izquierda, sobre hipocresía, sobre double standards o los límites del humor.

Pero está motivado por todo ello. El ‘Caso Zapata’ ha monopolizado mi timeline durante el fin de semana de manera brutal. Ha sido lo único de lo que se ha hablado. Con rabia, con ira, con sorpresa, sobre todo con indignación.

Por razones obvias, en mi TL hay mucho periodista, y allí el debate, además de en su vertiente política-moral, tenía una ‘profesional’. ¿Es lícito escarbar en los tuits de alguien para encontrar algo que usar en su contra, de forma descontextualizada, meses o años después? ¿Es periodismo basura?

¿Es lo que queremos, un sitio en el que tengas que tener cuidado de cada una de tus palabras en cada momento? El debate es interesante, pero creo que básicamente olvida una cosa fundamental: siempre ha sido así.

Las redes sociales, y en particular ahora mismo Twitter, han dado voz a gente que nunca antes la había tenido. Desde perfiles-cuentas anónimas a twitstars. Dan una audiencia enorme a meros redactores en medios y a profesionales de los más variados sectores no ligados a las comunicaciones.

Antes el monopolio del mensaje público lo tenían unas cuantas personas: políticos, periodistas, deportistas de élite, actores, unos cuantos artistas. Ahora ya no.

La clave de lo que está ocurriendo en los últimos meses es el impacto, el alcance, la repercusión. No hay un algoritmo. Cada día hay miles, decenas de miles de personas, diciendo barbaridades, auténticas salvajadas en las redes sociales. La mayoría sólo lo ven unas pocas personas, sus seguidores. En general son retroalimentaciones. Pero de vez en cuando, no se sabe muy bien cómo, uno de esos mensajes rompe el círculo, llega a manos de alguien con más seguidores, y se difunde. La reacción, los ataques, son furibundos. A veces dura un rato, a veces dura semanas, meses o años.

El Caso Zapata ha sido especialmente mediático también por razones obvias. Es un concejal y, desde hacía pocas horas, parte del Gobierno del Ayuntamiento de Madrid. Viene de una formación (en sentido amplío) que ha convertido en cruzada la lucha por estar inmaculado, y que de golpe se encontraba con algo así como su propia medicina.

Había referencias al Holocausto, a atentados terroristas, a Israel. Chistes y no chistes. Y un compañero, Soto, algo muy similar.  A eso se suma una mala gestión, con el cierre de su perfil al público general, la eliminación de algunos mensajes y al final la supresión completa de la cuenta.

“Rescatar tuits del pasado personal de los políticos es una práctica habitual en el activismo online. ¿Por qué vale con el PP pero no con usted?”, le pregunta Juanlu Sánchez a Zapata.

“Es que sí que vale. Yo entiendo que la gente investigue mis tuits del pasado. Debemos estar sometidos a ese tipo de escrutinio. Por eso también tenemos que tener la oportunidad de explicarnos y que se nos quiera entender”.

El mundo de la esfera pública es muy jodido. Lo que las redes sociales han cambiado es que el acceso, para bien o para mal, a millones de personas, esté a un golpe de click. Y la mayoría, nos guste o no, no están preparados para ello y para las consecuencias.

obamacameronHay voces que se quejan de la falta de contexto, de los peligros de los límites del humor. Es comprensible. ¿Nunca se han preguntado por qué nuestros políticos son en buena medida como robots? ¿Por qué no participan en las redes sociales como hacemos nosotros? ¿Por qué no hacen chistes o por qué no se toman un perrito caliente en mangas de camisa a pie de pista en un partido de baloncesto con sus amigos?

No es casualidad, no es capricho. No es nature, es nurture. Los políticos españoles, hasta un punto extremo, son el reflejo de los condicionantes que tienen. Porque lo que ahora pasa con Twitter para cualquiera, con ellos pasa siempre, ha pasado siempre.

El escrutinio es total, absoluto. Así lo saben y lo entienden. Desde críos, desde las Juventudes de sus partidos. Según van ascendiendo se lo dicen y repiten. Nada de estridencias, nada de improvisaciones. Y así se robotizan y dicen siempre lo que creen que queremos oír.

En la cara activa, en la de hablar, y en la pasiva, en la de recibir. De alguna manera, son como el futbolista que entiende y acepta, aunque duela, que en su sueldo está en que 80.000 personas le llamen hijo de puta, se burlen de él, de sus fallos, de su familia, de sus amigos.

A mí que todo eso ocurra en un estadio me parece despreciable, hasta el más mínimo insulto al árbitro, y puede ser cambiado. Pero es algo que todo el mundo sabe que pasa, y si quiere ser profesional, árbitro o jugador, tiene que estar preparado o se derrumba.

Como decía anoche un compañero, en referencia al caso de Zapata, “si juegas en Primera sabes que te van a meter el codo en las costillas”. Y si pueden, cuando no mire el árbitro. Antes eras tú el que gritaba desde fuera, ahora es el que está en un episodio de Black Mirror desde dentro.Porque resulta que no, el juguete no era un juguete.

Decenas, cientos de miles de personas, están descubriendo ahora lo que los políticos y los futbolistas sufren a diario. La exposición, la relevancia de tus discursos o mensajes. Que cada palabra, cada lapsus, cada error, cada cagada, pueda y vaya a ser usado en tu contra ante el tribunal de la opinión pública.

Es muy divertido cuando le pasa a Sergio Ramos pero es una cabronada cuando te pasa a ti.

Los periodistas lo sabemos bastante bien. Tienes influencia, pero te la juegas cada día. Busquen las referencias a un tertuliano o a un periodista deportivo cualquiera. Busquen su nombre en foros o en Twitter. Lean las réplicas a cada mensaje en las redes desde la cuenta del Presidente del Gobierno o de cualquier líder de un partido. La de Ana Pastor cada domingo durante su programa.

Cuando trabajas en un medio aprendes a lidiar con algo así poco a poco. Con la relevancia, no con los insultos. No hay un manual. Los nervios, la bola en el estómago, están ahí. Las primeras veces la emoción de publicar, de que tu madre guarde la página, es fantástica, excitante. Suelen ser cosas pequeñas, de poca relevancia, y por tanto de pocas consecuencias si están mal.

Pero eso va subiendo. Y cuando llevas unos cuantos años, ganas responsabilidad y ganas en audiencia. Y te vas acostumbrado al impacto, a la falta de reflexión,  a lecturas rápidas o sesgada. Pregunten a cualquier periodista cuántos insultos recibe si es mínimamente activo. Si cubre política, o deportes. La crueldad es máxima, en algunos casos insoportable.

Cuando le pasa a otro, nos cuesta darnos cuenta. Creemos que si dice X porque es idiota, que es malo, que es un fascista, un comunista, un inepto. Cuando nos pasa a nosotros, exigimos el contexto, el tiempo, la pausa, la explicación, las referencias.

Escribir o hablar para cientos de miles de personas es muy jodido, porque como dije una vez, la mitad de tu audiencia va a pensar que eres un hijo de puta hagas lo que hagas. Porque escribes en el periódico X, porque trabajas para la emisora X. Porque una vez fuiste a la tertulia del canal X. Porque una vez dijiste X.

Has trabajado horas, días, semanas, toda tu vida, pero pones la palabra equivocada, una referencia errónea, un comentario frívolo sin darte cuenta. Y te lo van a echar en cara siempre.

En las redes sociales, para muchos, es simplemente una diversión, como silbar o insultar al que va de negro durante 90 minutos una vez por semana. No hay precisamente reflexividad, en el significado sociológico de “verse viendo”, de perspectiva, de comprensión.

Montse Doval ha resumido bien una parte fundamental de este debate. La de la “comunicación masspersonal” o lo que llama “exiencia narcisista”.

Sabemos bien que en EEUU, cuando aspiras a cargos públicos, el escrutinio es brutal. Escarban, los tuyos y los rivales, en cualquier cosa que hayas escrito desde los 15 años. Todo. Y una frase, con poco contexto, en el periódico del colegio o de la Universidad, te puede costar el cargo. Casi nada se pierde, y lo que borras, se guarda.

Personalmente no tengo muy claro cómo evolucionará todo, al menos en España. Una parte me lleva a pensar que será algo parecido a las fotos de borracheras de Facebook. Que en los últimos años son el ejemplo de cómo una imagen te puede costar un trabajo, pero que en breve seguramente sean menos relevantes, porque todos tendremos una o no nos parecerán gran cosa.

Si las redes, en su próxima evolución, mantienen la dinámica, nuestra forma de usarlas y entenderlas cambiará también. Como cambia ya en parte ahora, cada día, cuando somos víctimas en lugar de cómplices inconscientes o le toca de cerca a alguien querido.

Por otro lado, una deriva hacia el sistema norteamericano tampoco es descartable. Y que todo lo que cualquiera hayamos dicho nos cueste un trabajo, un cargo o un amigo. Porque los juicios sumarísimos, me temo, valen para la casta y para los recién llegados.Para los conocidos y para todos los anónimos que ahora mismo están cerrando sus cuentas y borrando mensajes como si no hubiera un mañana.

Antes la acusación éramos los medios, y ahora ya no tenemos ese monopolio, por lo que no podemos controlar el qué, el cómo o el cuándo. Aunque seguimos siendo muy importantes para el cuánto. Mientras, mi única estrategia es intentar verme viendo. No es equidistancia, no es cobardía, no es relativismo. No es perfecta.

El contexto es importante. Y el sentido del humor. También entender cómo funcionan las cosas. Los nuevos concejales de Madrid le pueden preguntar en el próximo pleno a Carmona por las consecuencias de hacer una gracia.

La poética de la imperfección

15 domingo Feb 2015

Posted by suanzes in Historia, Historias, Periodismo

≈ 7 comentarios

En El Mundo de hoy domingo, en la apertura de EM2, podéis leer el texto que he escrito sobre la apertura de Late Rembrandt, la exposición que se inauguró el jueves en Ámsterdam y a la que tuve la suerte de acudir.

La maqueta del periódico es espectacular.

Rembrandt1Rembrandt

En Orbyt tenéis el texto. Aquí dejo una versión algo más larga con algunas imágenes, de baja calidad, que hice yo mismo.

REMBRAND, LA POETICA DE LA IMPERFECCION

En julio de 1656, Rembrandt van Rijn se rindió. Tras pedir préstamos a todos sus amigos y conocidos y no poder devolverlos, tras ver cómo se derretían en sus dedos créditos sin intereses y tras vender algunas de sus pertenencias más preciadas, “elevando sus ojos al cielo ante la catástrofe como San Esteban bajo las piedras”, aceptó la realidad. Estaba arruinado.

A la desesperada había intentado transferir la propiedad de su vivienda, comprada años antes por 13.000 florines, a su hijo Titus, pero la ira de sus numerosos acreedores lo impidió. Para evitar la cárcel pidió  la ‘cessio bonorum’ al Alto Tribunal de Holanda en La Haya. Un último recurso legal contemplado para ciudadanos “decentes” que hubieran caído en desgracia por accidente o mala suerte. La obtuvo, pero eso no evitó que su vivienda se llenara de ‘boedels’, comisarios de insolvencia que realizaron un pormenorizado inventario de todas y cada una de sus posesiones para ponerlas a la venta y saldar parte de sus deudas.

Rembrandt (1606-1669) perdió su casa, su estudio, su colección enciclopédica de arte y de objetos curiosos. Perdió décadas de recuerdos y cientos de extravagancias compradas y recogidas por todo el mundo. Fue el momento más bajo del pintor, el punto de inflexión de un hombre anciano, derrotado y humillado, considerado incapaz ante la ley.

Entre 1635 y 1640 había dicho adiós a tres bebés recién nacidos. En 1642, Saskia murió poco después de dar a luz a Titus. Los retratos de ella apagándose, pintados junto al lecho, muestran desagarro de una forma tan viva que duele. Tuvo un ‘affaire’ con una niñera y acabó en pleitos y drama. El gran genio lo había tenido todo. Fama, familia, honor y dinero. Felicidad y reconocimiento. Y de golpe, recién cumplidos los 50 años, no le quedaba nada.

Pero de la mano del dolor llegó la libertad más absoluta. Con sus pertenencias materiales Rembrandt perdió el miedo, el respeto. Dejó atrás las convenciones, las normas, los recelos. Se liberó de las ataduras de su formación clásica, de la política y de la religión, y encaró la última etapa de su vida, la más honesta, directa. Despreció en voz alta y en nombre de la creatividad el canon conservador del arte y a sus apologetas. Como el poeta y crítico Andries Pels, que lo bautizó como “el primer hereje de la pintura” y forjó la leyenda del hombre que ha inspirado durante 400 años a artistas como Degas, Delacroix, Van Gogh o Lucian Freud.  “Cada pintor se considera a sí mismo un Rembrandt”, aceptó, humilde, Picasso.

A esa época tardía, la que va desde 1650 a 1669, le dedica el Rijksmuseum de Ámsterdam una esperadísima exposición, Late Rembrandt, que arranca hoy tras su paso por Londres. “Es una exposición sin precedentes, más completa que la de la National Gallery. La exposición del año. Y quizás de las mejores que se pueden ver en una vida. Es un artista en el mejor momento de su carrera. Un artista libre de convenciones, de restricciones, de límites”, explica a EL MUNDO Wim Pijbes, director del Rijksmuseum, que acogerá la selección de más de 100 pinturas, grabados y dibujos, llegados desde 35 ubicaciones diferentes hasta el 17 de mayo.<

rembrandt san pabloLa exposición, tan elegante como intensa, muestra y demuestra cómo el tiempo se convirtió en el gran aliado del maestro de Leiden. La colección, en dos bloques de la planta superior de la pinacoteca, arranca con tres autorretratos fechados entre 1659 y 1669, incluyendo el maravilloso oleo  ‘Autorretrato como el Apóstol Pablo”. G. H. Hardy, en su brillante Apología de un matemático reconoce con pesar que “ningún matemático debería permitirse nunca olvidar que su disciplina, más que  ninguna otra ciencia o arte, es un juego para hombres jóvenes”. Rembrandt, emprendiendo un giro valiente e inesperado, demostró con sus dibujos, aguafuertes y pinturas que en su campo ocurre lo contrario.

El hijo de un molinero quiso pintar siempre “desde la vida”. Rompiendo las ideas de belleza y fealdad heredadas de Grecia y Roma. Cuando sus contemporáneos miraban a Francia y su moda en busca de guía él puso sus ojos en Tiziano y definió su propio estilo. “El impacto es evidente porque las obras van directas al corazón del público, sin filtro. El Rembrandt tardío es todo emocional. Le pasó todo. Perdió a su mujer. Perdió a sus hijos. Se arruinó. Pero es libre y pinta sin restricciones. Es una exposición conmovedora”, explica Taco Dibbits, director de Colecciones del museo y uno de los responsables de la selección.

Los pasillos llevan por un viaje en el tiempo que combina la técnica del siglo XVII con la pasión por la razón del XVIII, el amor romántico por el descubrimiento del XIX y el giro positivista de casi principios del XX. Rembrandt, como los historiadores de la escuela de Ranke, quería pintar la vida “tal y como es” y no como debería ser o querríamos que fuese.

“Fue muy criticado en la época, pero no le prestó la menor importancia a las ‘leyes’ del arte. Pintó de forma directa. Incluso de una forma económica sin precedentes. Llega un momento en la vida en el que las personas ya no sienten la presión, las obligaciones de limitarse en lo que dicen. Rembrandt, si alguien tiene una cara extraña, la pinta. Si tiene una imperfección, no la ignora, la busca”, añade Dibbits.

El pintor tenía que comer, y aceptó encargos convencionales, clásicos, a cambio de importantes sumas. Fue el genio que nos dejó La lección de anatomía a los 26 años y la Ronda de noche a los 36. Pero en vez de acomodarse no dejó de experimentar y de llevar las fronteras un paso más allá de lo que se consideraba aceptable y apropiado, digno, para el arte. “Desde el principio se sintió poderosamente atraído por la ruina, por la poética de la imperfección. Disfrutaba trazando las señales que dejaban las dentelladas de la experiencia mundana: los hoyuelos, las picaduras, los ojos enrojecidos o las arrugas en la piel que daban al rostro humano una riqueza multicolor”, resume Simon Schama en su colosal y abrumadora obra Los ojos de Rembrandt.

Las dos últimas décadas de su larga carrera son los años en los que experimenta sin parar con todo tipo de técnicas para dar formar a sus obras más atrevidas, individualistas e íntimas. “En sus primeros años intentó plasmar mucha acción, pasión, movimiento. Se ven cuchillos a punto de caer. Pinta cosas para que sean vistas. Pero en su periodo tardío está mucho más interesado en figuras que viven y sienten, que se quejan, sufren. Que tienen conflictos internos. No son rostros fríos, sino que podemos ver qué hay en ellos, qué esconden”, explica Gregor J. M. Weber, responsable del Departamento de Artes Decorativas del Rijksmuseum.

rembrandt señoraWeber elabora una teoría junto a uno de los cuadros más hermosos y profundos de la exhibición, la Mujer anciana leyendo. Una obra poderosa y sencilla, quizás representando a la madre de su amigo y benefactor Jan Six. “Rembrandt es un artista que está realmente ocupado en las décadas de 1650 y 1660. No puede dejar de buscar para encontrar nuevas soluciones, respuestas. Desde luego, lo que más llama la atención es la luz, porque él es el gran maestro, el mago de las sombras. En la Mujer anciana leyendo se ve el efecto, la fuerza. La luz brilla desde el corazón del libro y se refleja en su cara. Es una luz indirecta que hace que la escena sea íntima. Mire sus manos. Estamos muy cerca, en la sala leyendo la Biblia con ella. Al pintor le interesa la intimidad, acercarse a los sujetos, a los modelos. Y esto es un precioso ejemplo de ello”.

Luz, silencio e intimidad son quizás las palabras que mejor recogen el espíritu de la muestra. “Con gusto daría 10 años de mi vida si pudiera pasar dos semanas contemplando el cuadro sólo con un trozo de pan seco que comer” escribió Van Gogh en 1885 tras descubrir La novia judía, uno de los capolavori de la colección.

rembrandt sixY lo mismo vale para el Retrato de Jan Six, quizás el mejor de todo el siglo XVII. Para La Conspiración de los Bátavos bajo Claudio Civilis, Los Síndicos o La lección de anatomía del doctor Joan Deyman. Pero también para los bocetos de desnudos o los crudos dibujos de Elsje Christiaens ahorcada.  “Excepto por las Sagradas Escrituras, Rembrandt no se preocupaba por otro libro que no fuera el de la decadencia; con sus verdades escritas en las arrugas marcadas sobre la frente de hombres y mujeres ancianos. Era un pelador compulsivo que rabiaba por descubrir la envoltura de las cosas y las personas y extraer el contenido en vuelto en ellas”, afirma Schama, uno de los grandes expertos en el arte barroco holandés.

“Tuvo que ser un pintor muy obsesivo, que se juzgaba con dureza. Quiere saber cómo hacerlo todo. La mejor forma de pintar el reflejo de la luz en una cuchara o un gesto de ternura. Cómo crear un efecto tridimensional en una superficie plana”, indica Tido Dibbits. Los problemas son siempre los mismos, pero la forma técnica de afrontarlos cambia, mejora, durante toda su vida porque no encuentra satisfacción. Quiere ser mejor, mejor, mejor.

“El Rembrandt de sus últimos años da siempre un paso hacia lo desconocido. Es lo que distingue a los grandes maestros. Están dispuestos a dar un paso más, sin saber a dónde lleva, pero deseando descubrirlo. Por eso fue tan innovador”.  Pero la suya no fue el tipo de obsesión que conduce a la frustración o la ira. Es una obsesión exploratoria. “No vemos desesperación, no en la forma en la que pinta. Sus autorretratos no muestran dolor, dicen: éste soy yo, tomadme tal y como soy. No quiere cambiarlo”, precisa Gregor Weber.

Sabemos, por sus discípulos, que Rembrandt el maestro también fue implacable. Cada uno de ellos pagaba hasta 100 florines al año por recibir instrucción en du estudio, y él sólo les prestaba atención directa o indirecta a partir del segundo año, como pronto. Llegó a tener más de 50 pupilos, y pese al volumen de ingresos, siempre tuvo apuros financieros. “Gastaba dinero como agua. No lo derrochaba en vicios. No iba a los cafés o a las tabernas como sus colegas y amigos. No hizo nada no relacionado con el arte. Pintaba, enseñaba y compraba. Era un marchante. Pensaba, respiraba y comía arte”, aclara Leonore van Sloten, responsable de la colección de la Casa Museo del pintor en el centro de Ámsterdam.

“Era un perfeccionista, un maestro muy severo que estaba convencido de que igual que un niño aprende a andar practicando, un artista domina la técnica trabajando, por eso pintaba sin descanso. Nunca salió de Holanda, pero tenía 800 páginas de grabados de todo el mundo. Pagó una fortuna por ello. Rembrandt, como Bacon, continuamente estudió, sin descanso, para ir siempre un poco más allá”, prosigue la responsable.

En sus cuadros finales, reunidos por primera y quizás última vez, el holandés reduce al mínimo las expresiones faciales, los movimientos, la cantidad de figuras. No le interesa la lucha exterior, sino la interior. “En la exposición se ve cómo él hace una sugerencia y el espectador la completa. Es cuando haces una película. Puedes grabar la realidad, a una persona andando por una habitación. Sin más. Y sin embargo, algo tan normal puede parecer poco real. Y con un montaje, cambiando planos, haciendo que el plano sea más corto, logras que parezca mucho más vivo. Eso es entender al que mira. Y es lo que hace de Rembrandt el más grande de la historia junto a Velazquez”, concluye el responsable de Exposiciones del Rijksmuseum.

Para Rembrandt, al igual que para Shakespeare, el mundo entero era un escenario. “Ningún pintor observó nunca con una inteligencia tan pródiga ni una compasión tan inagotable los estímulos previos a una situación, las reacciones posteriores y el desordenado espectáculo que se ofrece entre ambos”, escribió Schama hace casi 40 años.

Rembrandt SimeonEn las obras expuestas en Ámsterdam se nota la transición desde el detalle al conjunto. Hay una eficiencia increíble en su trabajo final. Para mostrar un pliegue necesita sólo un gesto, un golpe de pincel. Comprende que sólo necesita unas pocas palabras, unos trazos. Entiende en la espectacular Simeón y el niño Jesús que apenas unas figuras oscurecidas, esbozadas, bastan. Entiende, con Chesterton, que el arte, como la moral, consiste en saber dónde trazar las líneas. Y que bien hecho, permiten no sólo ver, sino sentir, oler y casi tocar.

Permiten, nos permiten, oír a Simeón, con los ojos cerrados y bendecido con el don de sostener al redentor entre sus brazos, susurrar “ahora, Señor, puedes dejar que tu siervo se vaya en paz” (Lucas 2:29). Permiten encontrar algo recto en el fuste torcido de la humanidad. Rembrandt, el tardío, permite disfrutar de la fuerza de la libertad en la poética de la imperfección.

Periodismo

04 miércoles Feb 2015

Posted by suanzes in Periodismo

≈ 1 comentario

Muchas veces me han preguntado qué es el periodismo. Nunca he tenido una gran respuesta. Pero a partir de ahora, cuando alguien haga en voz alta esa pregunta, ya sé qué decir. Qué es, qué debería ser, qué quiero que sea el periodismo. Mi trabajo. Nuestro oficio.

En pocas palabras. En el tono exacto. En la boca de alguien que lo comprende bien, pese a sus errores. Un discurso breve de James Nachtwey, de Time, aceptando el premio a toda una vida de la American Society of Magazine Editors. Es complicado explicarlo mejor.

El vídeo (no logró que funcione el embed) lo podéis ver aquí.

Hay tanto que destacar que podría entrecomillar el discurso completo. Me llega poco después de ver imágenes tan terribles y duras como las que llegan desde Nuba. Tras las imágenes durísimos del piloto jordano, que creo que todos deberíamos ver.

«We’re the point people, the first link with reality in a collaborative, journalistic chain. Each of us is a single mind, a single sensibility – one pair of eyes and one pair of ears – one heart – moving through the real world in real time, to tell the stories of what happens to people, one-by-one, at the sharp end of history. We navigate dangers, endure hardships and get our hearts broken by what we witness, over and over again, because we believe that peoples’ opinions matter – that our society cannot function properly without the information we provide and without the stories we tell».

«We question the powerful. We hold decision-makers accountable. The chain we help forge links the people we encounter in the field to millions of other individual minds and sensibilities. And once mass consciousness evolves into a shared sense of conscience, change becomes not only possible; it becomes inevitable«.

«It’s a continuous struggle, never-ending, and we must always remain in the fight. The people whose stories we tell have not given up hope, even in the most dire circumstances. Why should anyone else give up hope for them? Millions of readers care about what happens in our world because we give them something to care about«.

Es optimista, es idílico, es puro sueño americano, es aaronsorkinista. Lo es. Y así debe de ser. El mundo lo cambian los que quieren cambiarlo. Nos sobra pesimismo, nos sobran gurús, nos sobran cínicos, nos sobran manuales.

Lo dijo el reverendo King: «One of the great liabilities of history is that all too many people fail to remain awake through great periods of social change. Every society has its protectors of status quo and its fraternities of the indifferent who are notorious for sleeping through revolutions. Today, our very survival depends on our ability to stay awake, to adjust to new ideas, to remain vigilant and to face the challenge of change».

París

10 sábado Ene 2015

Posted by suanzes in Internacional, Periodismo

≈ Deja un comentario

Recopilo en el post, en orden inverso de publicación, los textos principales que voy publicando estos días en el periódico desde París. No están todos los de la web. Hay muchos que son de reacción, que luego se van retocando, ampliando, cambiando y completando con agencias. Leídos después, tienen un valor muy relativo.

– «Volveremos a reírnos (en papel del lunes también)

– «Francia está en guerra contra el islamismo radical» (lunes en papel)

– «‘Escribí en la portada ‘está todo perdonado’ y rompí a llorar» (martes en la web)

– «Murieron para que podamos vivir en libertad» (martes en la web)

– Francia moviliza a 15.000 efectivos por la amenaza del yihadismo (martes en papel)

– Francia busca cómplices de la masacre (lunes en la web)

– París, capital de la libertad (larga crónica en el periódico de el lunes sobre kla marcha. El texto más personal de todos)

– La UE reforzará el control sobre los yihadistas (web el domingo)

– París se alza contra el terror, por ‘Charlie’ y por la libertad (web el domingo)

– París marchará contra el terror arropado por los líderes europeos (web del domingo por la mañana)

– La enemigo número uno de la República  (papel del domingo)

– Europa se manifiesta  (papel del domingo)

– Francia refuerza el dispositivo de protección antiterrorista con medios adicionales (sábado en la web)

– Toda Europa, pero no toda la República  (en papel del sábado. Sobre la crisis política por la marcha del domingo. Con Aron y Piketty).

– Acribillados los tres terroristas tras 54 horas de pánico en París (crónica en papel del sábado).

– El ‘en vivo’ del viernes con un montón de compañeros.

– P&R: tres días de caos en París (web el viernes a la hora de comer).

– La participación del Frente Nacional en la marcha del domingo, en el aire (viernes por la mañana).

– Los terroristas, acorralados en el norte de Francia. (el viernes, en papel, sobre los hermanos Kouachi).

– Hollande recibe a Sarkozy en El Elíseo mostrando la unidad de la clase política (jueves por la mañana en web).

– Los dejamos solos (crónica en papel del jueves).

– Silencio y dolor por la libertad de expresión (el miércoles por la tarde, desde la Plaza de la République).

Esperanza

31 miércoles Dic 2014

Posted by suanzes in Periodismo

≈ Deja un comentario

– Alberto Rojas volvió hace poco a África para contar e ilustrar la lucha contra el virus. Diario del ébola en Liberia.

– Marta Arias y Juanjo Pérez se han ido a Camerún a pasar las Navidades. Y nos dejan historias como la de Papa Ela, el cirujano autodidacta de Mvog Betsi.

– El mejor resumen del año, y el más bonito, es (de nuevo) el de María Crespo. Qué bien y qué poco escribe esta chica.

– Los compañeros de La Información han escogido 19 buenos reportajes que nos dejaron este año los medios españoles.

Qué año tan terrible. Qué año tan increíble.

Euroclip

02 martes Dic 2014

Posted by suanzes in Periodismo, Surtido de links

≈ Deja un comentario

Algunos de los artículos escritos en los últimos días

– Un miniperfil sobre Vicenç Navarro: «El muy citado gurú contra el ‘capitalismo salvaje’»

– Y otro miniperfil sobre Juan Torres : «El asesor de Chávez que pide romper con el sistema«.

– La UE cree que el Presupuesto español de 2015 ‘tiene riesgo de incumplir’ el Pacto de Estabilidad.

– El Parlamento Europeo vota a favor de trocear Google.

– Fracasa la moción de censura contra el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker

– ‘Cada mujer violada es como si fuera mi esposa; cada niño, mi hijo’

– Homilía social en la Eurocámara (papel)

– El Papa encandila a Pablo Iglesias

– El Papa Francisco, en el Parlamento Europeo: ‘No se puede tolerar que el Mediterráneo se convierta en un gran cementerio’

– El ‘plan Juncker’ nace con sólo 21.000 millones (y de la mano, un P&R: Un fondo para proyectos estratégicos)

– El rostro del Oppenheimer iraní

Euroclip

18 martes Nov 2014

Posted by suanzes in Lecturas, Periodismo

≈ Deja un comentario

Dejo unos cuantos enlaces a las piezas que he escrito los últimos días. Hay de web o de papel, pero todas las que hice sólo como reacción rápida en internet no las incluyo. Y las de hace más de 10 días, tampoco. En teoría, ésas están simplemente curioseando con el buscador del periódico.

A ver si logro hacer un post semanal más ordenado.

La recesión de Japón asusta a Occidente.

Rusia no recibirá más castigo (Internacional)

Los fantasmas de Juncker (Mercados)

Draghi improvisó las 14 palabras mágicas

La frontera europea de las ayudas sociales (Internacional)

El economista sincero  (Obituario de Gordon Tullock)

Juncker: ‘Soy el responsable político pero no el arquitecto’ de la fiscalidad luxemburguesa

La Comisión Europea dice que el ajuste salarial en España ha sido ‘lento, ineficiente e injusto’

Podemos se convierte en foco de inquietud en Bruselas (Mercados)

Uno de cada cuatro europeos, en riesgo de pobreza o exclusión

La Comisión Europea cree que España no cumplirá con el objetivo de déficit de este año ni el siguiente

Suecia rompe el statu quo al reconocer el Estado Palestino (internacional)

La OTAN alerta de una ‘inusual’ actividad de aviones militares rusos (Internacional)

Mis ojos, sus ojos

17 lunes Nov 2014

Posted by suanzes in Filosofía, Periodismo

≈ Deja un comentario

CuartangoLa columna de hoy de Cuartango en el periódico es una maravilla. Preciosa, intimista, desbordante. Se titula: «Estos tus ojos«. Leedla.

No soy un gran lector de columnas. O mejor dicho, no soy un gran seguidor de columnistas. No hay prácticamente nadie a quien siga con devoción, ni sé prácticamente qué día publica cada uno. Las columnas no son lo primero que miro al leer el periódico, ni las guardo, colecciono o subrayo. Hay gente que me gusta, claro, y a la que al final leo mucho más que a otros. De medios muy diferentes. Amigos personales o no. Gente con la que estoy de acuerdo normalmente o todo lo contrario.

Pero en El Mundo tenemos la suerte de tener gente que hace cosas diferentes. No que escriban de forma diferente, mejor, más literaria, más rica, con más o mejor información, con más razón, sino que tienen una mirada diferente. Y eso es lo que yo busco. No al que me da o me impone respuestas, sino el que me hace ver que no estaba haciendo las preguntas  adecuadas. Al que me hace descubrir que no sabía ni que tenía que hacerme esas preguntas. Al que me descoloca, me rompe. No al enfant terrible que quiere epatar al burgués diciendo caca, culo, pedo y pis.

Yo busco, leo y aprecio al que toca aspectos que yo trato de esquivar. Al que se desnuda como me gustaría y no me atrevo. Al valiente. Al valiente de verdad. Al que se convierte en mis ojos.

Si tuviera que destacarlos, sin un orden establecido, diría que, desde ópticas completamente diferentes, Cuartango, Arcadi, Lucía Méndez y Jabois me aportan lo que nadie más me aporta en otras partes.

Lucía hace, hoy, uno de los análisis políticos más acertados, directos y claros de la prensa española. No se corta, no se envuelve en retórica abstracta ni en literatura barata. Pero da en la diana casi siempre, y por eso se la rifan. Hace años, cuando yo empecé en el periódico, no lo entendí. Yo pensaba, consciente o inconscientemente, que para destacar tenías que ser lírico, o complejo, oscuro, ambicioso, o pretencioso, o literario, o agresivo. Evidentemente, no tenía ni la más remota idea.

Jabois es la pura frescura, aunque lo estamos quemando por sobreexposición y agotamiento. Sus referentes (intelectuales, literarios, cinematográficos, generacionales incluso) no tienen nada que ver con los míos. Por eso me pierdo, y me enfado, y me aburro. Pero luego vuelvo y sonrío, y disfruto. Y pocos días (o páginas) después veo lo contrario, y me irrito, y grito y ya no sé cuál es el mensaje que subyace. Hasta que recuerdo que si no encuentro el hilo conductor es porque no lo hay. Y no es que sea zorro, o erizo, sino una mezcla de los dos que ni él mismo conoce. Es talento a borbotones.

Mi relación con Arcadi es complicada. Lo dije una vez y lo mantengo. La mitad de las veces no entiendo lo que dice. Y la otra mitad no coincido con él. Pero en lo que hace es francamente bueno, genial. Tiene una aproximación a la sociedad y al periodismo completamente única. Muy profunda, muy diferente. Agresiva, violenta, brutal. Su forma de leer los periódicos es alucinante. La hermenéutica de sus análisis es oscura, retorcida, complicadísima. Y a mí me gusta lo simple. No entiendo su prosa, la mayoría de sus referencias e incluso qué es exactamente lo que pretende. Pero es muy necesario y hace cosas que jamás seré capaz de replicar.  Repasando un poco veo que es seguramente al que más a menudo cito, siendo con el que menos de acuerdo suelo estar.

Y luego está Cuartango. Es probablemente el columnista más sincero que nunca he conocido. En cada texto de cada lunes se desnuda completamente y nos deja ver sus miedos, su pasado, su presente. Nos dice lo que ama y lo que teme. Lo que recuerda (desde la infancia en el pueblo jugando al fútbol en el patio a los años de Francia), lo que fue, lo que es, lo que teme ser. El pasado y el futuro.

Sus sufrimientos, tormentos. La existencia y su precariedad. El vacío, la ética, el tiempo, el fin, el ser y la nada están detrás de cada frase. Está el extranjero, está la nausea y el hombre sin atributos. Está la rama dorada, la Iglesia, el hombre unidimensional, el existencialismo en vena, la deconstrucción casi tatuada. Está en todas y cada una de ellas Dios y la falta del mismo. El amor más puro y doloroso.

«Mis ojos son mi felicidad y mi tormento. Son mi espejo, mi condena, mi pensamiento. Estoy encadenado a ellos como Sísifo a las rocas que debía subir a la montaña una y otra vez. No es una buena metáfora, pero expresa el sufrimiento de la mirada, de tener que abrir los ojos cada día».

En cada una de sus columnas Cuartango desnuda sus filias y fobias, sus sueños, sus pesadillas, sus fantasmas. Pero sobre todo, pone, expone y afronta a cara descubierta sus debilidades, lo que le hace vulnerable. Y hay que ser muy fuerte y muy valiente para hacer algo así.

Sus columnas no son para nosotros, para los lectores, son para él mismo, son parte de una búsqueda que dura años y que, él lo sabe, nunca acabará. En Estos tus ojos dice «Hoy necesito escribir sobre los ojos y no podría escribir de otra cosa». Cuando realmente lo que quiere decir es simplemente «hoy necesito escribir».

El escribe para pensar, para encontrar alivio, para vivir o soportar una vida sin certezas. Y yo leo para algo muy parecido. Él necesita hacerlo en voz alta, y yo soy incapaz de no hacerlo en voz baja. Él es mucho más valiente, purga su dolor, y yo se lo agradezco.

No sé si las páginas de un periódico son el lugar natural para este tipo de columnas, pero sé que no quiero un periódico (mi periódico) sin ellas. Él necesita escribir, yo quiero, necesito, leerlo.

«Ver es más fuerte que amar o quizás es lo mismo».

Ideas y palabras

01 sábado Nov 2014

Posted by suanzes in Filosofía, Periodismo

≈ 14 comentarios

El número de octubre de Letras Libres, revista que ya he recomendado en otras ocasiones, es estupendo. Pero no vengo a hablar de eso, sino a intentar generar un debate sobre el formato, o mejor dicho, la extensión, del texto perfecto.

En la revista hay unos artículos especialmente interesantes. Aparentemente no tienen mucho que ver entre ellos, aunque aborden el mundo de la política y las ideas desde tres prismas complementarios.

El primero es un estupendo ensayo de Mark Lilla titulado La era ilegible.

El segundo es en realidad una entrevista de Ángel Jaramillo a Robert Boyers: “Ficciones para la política”.

El tercero es “Camarada Ana. Antisemitismo y comunismo”, un ensayo del rumano Norman Manea

En la entrevista, Boyers reflexiona sobre el papel de los intelectuales públicos. Su definición es clara: “es alguien que tiene un pie en el mundo de la élite espiritual de una sociedad, pero que es capaz al mismo tiempo de expresar sus ideas ante un público vasto. El intelectual público no solo dialoga con otros intelectuales sino que es capaz de ser interlocutor de una audiencia más amplia. En Estados Unidos yo creo que Christopher Hitchens fue alguien capaz de hacer eso”.

Lo que a Boyers, que edita una revista, le preocupa es que en las últimas décadas, tanto por el lado de la oferta (las publicaciones) como de la demanda (la capacidad  o paciencia lectora de los que las compran), los artículos que marcan el gran debate público no son lo suficientemente largos y profundos.

“Una de las revistas más leídas es el New Yorker. Todavía en la década de los noventa la mayoría de los autores del New Yorker escribían textos extensos, a veces académicos, cuya lectura solía ser exigente. Esto, sin embargo, no es posible en estos momentos: el nivel de atención de los lectores ya no es el que era y los editores de la revista han decidido que si quieren seguir siendo influyentes entre el público en general no pueden publicar artículos largos. Probablemente el mejor crítico literario en los últimos veinte años es James Wood. Cuando Wood escribía para el New Republic sus reseñas o ensayos tenían seis o siete mil palabras. Hoy en el New Yorker escribe muy buenos ensayos pero de solo dos mil palabras, extensión insuficiente para la seria discusión de ideas. Lo mismo pasa con quienes escriben los ensayos políticos y sociales para el New Yorker. Este cambio dramático se basa en la idea de que el público en general simplemente no quiere leer ensayos de largo aliento”.

Los entrecomillados no hacen del todo justicia a su tesis, así que recomiendo la lectura de la entrevista entera, que no es muy larga.

Boyers lleva razón en un punto, pero no estoy seguro de que lo lleve en el otro. Es cierto que los artículos son más cortos que antes en general y que quedan pocas publicaciones, con ambiciones más o menos generalistas, que apuesten por algo así. Pero no sé si para discutir ideas necesitas 7.000 palabras. No lo sé, pero sospecho que no.

De hecho, leyendo el ejemplar de Letras Libres, una revista en la que hay textos cortos, medios, largos y larguísimos, y antes de llegar a su entrevista, estaba reflexionando sobre eso. El texto de Lilla, uno de mis autores favoritos y que prefiere el ensayo al libro para expresarse, tiene una extensión de unas 5.000 palabras. Es muy bueno. La primera parte es magnífica, casi perfecta. La segunda, un poco menos.

El artículo de Manea es un maravilloso relato sobre el antisemitismo y el comunismo en Rumanía, con la percha de una mujer excepcional y temible, Ana Pauker. El tema es importante, es un historión, está bien escrito y perfectamente editado. Pero se me hizo interminable, eterno, porque tiene 12.000 palabras, 11 páginas.

Mi capacidad de concentración es diferente, es 2.0. Leo seguramente más palabras por año que en 2004, más que nunca antes en mi vida, pero muchísimos menos libros. Ahora mismo, entre 50 y 60 por año como mucho (aquí está la lista de los últimos dos). Y mientras que con las novelas disfruto igual que antes y no tengo problemas, con los ensayos sí.

Porque me cuesta avanzar 30 páginas sin pararme a comprobar nombres, fechas o buscar contexto. Porque miro el correo o mi TL. Y porque me cuesta mantener la concentración 30 páginas al mismo nivel que cuando estaba en la facultad. Por una cuestión fisiológica, supongo. Por disponer de menos tiempo. Por no ser el leer ensayos mi primera ocupación. Pero también porque la forma (mi forma) de discutir ideas ha cambiado completamente.

Por trabajo, cuando escribo, tengo que hacerlo en un máximo de 500 palabras normalmente. Ya no asisto a tertulias semanales con tres o cuatros para hablar de un tema con calma. Lo he cambiado por debates en emails y, sobre todo, tuits. No discuto sobre ideas profundas por redes sociales, porque no tengo paciencia ni talento, pero sí tengo más acceso que nunca a debates sobre ellas. Generalmente, largos, pero no larguísimos.

No soy un lector medio. Supongo que por cantidad e intereses estoy en un percentil más bien ‘alto’, y si a mí me cuesta, sospecho a que un buen número de no profesionales (profesores universitarios, investigadores, escritores, filósofos) les puede ocurrir algo parecido.

¿Es así? El objetivo de este post es iniciar un pequeño debate sobre ello. No tanto sobre si la capacidad de atención en pantalla o en papel es diferente [I, II y III al respecto], sino sobre la extensión mínima para la discusión de ideas y su debate en publicaciones. ¿Qué os parece a vosotros? ¿Cuánto necesitáis/queréis/soportáis?

————

(Este post tiene 1.000 palabras)

El médico de la esperanza

22 miércoles Oct 2014

Posted by suanzes in Internacional, Periodismo

≈ 2 comentarios

dennis1

En elmundo.es han publicado una pieza que he escrito sobre el reciente ganador del Premio Sajarov, Denis Mukwege, un increíble ginecólogo congoleño que en los últimos años ha atendido a más de 40.000 mujeres en su pequeña clínica: «El héroe de las mujeres violadas«.

Si dramática especialidad son las víctimas de violaciones masivas. Mujeres y niñas salvajemente atacadas, destrozadas con saña en un acto de guerra deliberado, planificado, impensable. Él las cura (más de 15.000 operaciones), las sana, las recupera y las ayuda a reconstruir su vida.

Y por ello, y por denunciar una de las mayores atrocidades que el ser humano ha conocido, intentaron matarle y está obligado a llevar escolta. Ésta es su historia.

«Cuando el 14 de enero de 2013 Denis Mukwege regresó a casa, miles de mujeres lo estaban esperando. Una caravana de coches, autobuses y motos lo escoltó desde el aeropuerto de Kavumu entre gritos de alegría, agradecimiento y «aleluyas» Mukwege no es un actor o un deportista famoso. Es un médico, un ginecólogo, una referencia mundial en la especialidad más difícil de imaginar: la atención a mujeres y niñas violadas en grupo. Y es un héroe con mayúsculas en su comunidad».

Seguir leyendo…

← Entradas anteriores
Entradas recientes →

Suanzes

Tuits de Suanzes

Blogroll

  • A Don's life
  • Alexis Madrigal
  • Alphaville
  • Arts & Letters Daily
  • Barcepundit
  • Brain Pickings
  • Clive Crook
  • Der Spiegel
  • Economics Intelligence
  • El Sueño de Jardiel
  • El valor del dinero
  • Energy, Markets and Money
  • Felix Salmon
  • Financial Times
  • Free Exchange
  • Hispalibertas
  • Ideas Market
  • In Focus
  • Karl Whelan
  • Lealtad
  • Lens Blog
  • Letras Libres
  • Linkiesta
  • London Review of Books
  • Marginal Revolution
  • Nada es gratis
  • Obamaworld
  • Piedras de Papel
  • Politikon
  • Project Syndicate
  • Revolución Naturalista
  • Sintetia
  • The Browser
  • The Economist
  • The Monkey Cage
  • The New York Times

Archivos

  • marzo 2025
  • enero 2025
  • diciembre 2024
  • diciembre 2023
  • diciembre 2022
  • enero 2022
  • diciembre 2021
  • abril 2021
  • enero 2021
  • diciembre 2020
  • junio 2020
  • abril 2020
  • febrero 2020
  • diciembre 2019
  • noviembre 2019
  • mayo 2019
  • abril 2019
  • marzo 2019
  • febrero 2019
  • enero 2019
  • diciembre 2018
  • noviembre 2018
  • septiembre 2018
  • julio 2018
  • junio 2018
  • mayo 2018
  • abril 2018
  • marzo 2018
  • enero 2018
  • diciembre 2017
  • agosto 2017
  • julio 2017
  • mayo 2017
  • marzo 2017
  • enero 2017
  • diciembre 2016
  • noviembre 2016
  • julio 2016
  • junio 2016
  • mayo 2016
  • marzo 2016
  • febrero 2016
  • enero 2016
  • diciembre 2015
  • noviembre 2015
  • octubre 2015
  • septiembre 2015
  • julio 2015
  • junio 2015
  • mayo 2015
  • abril 2015
  • marzo 2015
  • febrero 2015
  • enero 2015
  • diciembre 2014
  • noviembre 2014
  • octubre 2014
  • septiembre 2014
  • agosto 2014
  • julio 2014
  • junio 2014
  • mayo 2014
  • abril 2014
  • marzo 2014
  • febrero 2014
  • enero 2014
  • diciembre 2013
  • noviembre 2013
  • octubre 2013
  • septiembre 2013
  • agosto 2013
  • julio 2013
  • junio 2013
  • mayo 2013
  • abril 2013
  • marzo 2013
  • febrero 2013
  • enero 2013
  • agosto 2012

Crea un blog o una web gratis con WordPress.com.

Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies
  • Suscribirse Suscrito
    • Maven Trap
    • Únete a otros 270 suscriptores
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Inicia sesión.
    • Maven Trap
    • Suscribirse Suscrito
    • Regístrate
    • Iniciar sesión
    • Denunciar este contenido
    • Ver el sitio en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...